Choripan y morcipan fue el menú con el que el presidente Mauricio Macri esperó a 69 intendentes de la provincia de Buenos Aires. La mayoría lo comió con pan y los menos prefirieron al plato.
Fue en la noche del convulsionado lunes, después de que hasta el primo del Presidente, Angelo Calcaterra, se presentara a Tribunales a declarar en la causa que investiga supuestas coimas en la obra pública. Estuvieron los intendentes de Cambiemos, del PRO, de la UCR, de la Coalición Cívica y del Partido FE, además de la gobernadora María Eugenia Vidal, varios de sus ministros y parte del gabinete nacional. Sorprendió a varios lo extenso del discurso de Macri que suele ser más breve:"No somos todos iguales, por eso estamos acá, si viene la tormenta la vamos a bancar y no vamos a cambiar el rumbo", los arengó.
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