Ayer, El Termeño conversó con una decena de gramillenses que narraron el abandono, la falta de una mejor calidad de vida en materia sanitaria, lo difícil que se les hace viajar por los caminos, y la odisea que es pasar un verano donde se les corta la luz y la poca agua potable que pasa por el pueblo. Lo peor de todo, que no son escuchados por su comisionado que atraviesa su segundo período
“Nosotros nos abastecemos mucho de Pozo Hondo y cada vez que vamos es una pesadilla. Ese es el estado de la ‘ruta’, los camiones cada vez los empeora más a los caminos, llevan y traen granos. Nadie se ocupa por solucionar este eterno problema. Aquí es así, nadie se acuerda del interior ni se ocupa. Imagínese el horror que es en caso de que nos enfermemos. Es muy triste” indicó uno de los testimonios.
Luego de la publicación de El Termeño dando a conocer el deplorable estado de los caminos, los vecinos fueron amenazados e intimidados por llamadas y mensajes anónimos generando temor por si siguen reclamando mejoramiento en su pueblo. A 37 años de recuperar la democracia en este país.
Fuente: El Termeño y Visión Santiagueña
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