En los últimos días el propio Morales y sus partidarios han denunciado casos de corrupción y de supuesto encubrimiento al narcotráfico en el gobierno, que deberían entenderse como medidas para resguardar la gestión de Arce y no tomarse como un ataque, aseguró este jueves a EFE el senador Leonardo Loza.
A esto se suma un plan negro que recientemente denunció Morales, sobre el que dijo que se gesta en contra suya y de representantes de la región del Trópico de Cochabamba como el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, el mismo senador Loza y el diputado Gualberto Arispe para relacionarlos con el narcotráfico o con hechos de corrupción.
«Esperemos que no estén metidas autoridades principales» en ese plan, dijo Loza, quien también instó a desbaratar cualquier tipo de planificación para cuidar la unidad del MAS en el futuro.
Las recientes declaraciones públicas de Morales a los medios se han orientado en revelar que entre los operadores del llamado plan negro está Hugo Moldiz, quien fue ministro durante su gobierno.
El expresidente ha dicho que esa información ya se la ha entregado a militares patriotas, lo que fue negado por el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, al que Morales criticó.
Las fricciones constantes
La llegada de Arce y del vicepresidente, David Choquehuanca, al gobierno marcó un momento inédito en el MAS, ya que hasta 2019 solo se escuchaba la voz de Morales y en la actualidad los tres representan fuertes liderazgos al interior del oficialismo.
Las primeras tensiones se manifestaron pasado el primer año del gobierno de Arce, cuando desde el Trópico de Cochabamba, el bastión político de Morales, se cuestionó a algunos ministros y se insinuaron posibles cambios en el gabinete a los que el presidente no accedió.
Sin embargo, las críticas de Morales a los ministros de gobierno, Eduardo del Castillo, de Obras Públicas, Édgar Montaño, y de Justicia, Iván Lima, continuaron junto a algunas observaciones a la gestión económica de Arce, quien fue jefe de la cartera de Economía durante su gestión.
A fines del mes pasado, Arce, Choquehuanca y Morales se juntaron para participar en una gran movilización de sectores sociales afines que se unieron para brindar su apoyo al gobierno ante las protestas en Santa Cruz, la principal región de oposición, que procura adelantar el censo previsto para 2024 para el próximo año.
Sin embargo, esas fricciones volvieron a manifestarse hace más de una semana cuando en un acto de campaña Morales denunció la desaparición de su teléfono móvil e insinuó como responsable al ministro de gobierno y a la Policía.
Asimismo, advirtió que denunciaría cualquier intento de montajes y acusaciones en su contra.
Las tensiones en el MAS también se han caracterizado por las críticas del bloque de Morales al vicepresidente Choquehuanca por la iniciativa de crear una escuela de líderes.
Y el reclamo en un acto público de Morales a Arce de que los medios estatales cortan la trasmisión de sus intervenciones a lo que el actual presidente le respondió que hay que evitar cualquier susceptibilidad y le aclaró que en uno de los canales sí hay restricción para todos pero que en otro no.
Críticas a Morales
«Hay una molestia (en el MAS) contra el señor Evo Morales que anda difamando, calumniando (y) anda atacando al gobierno sin pruebas», dijo a EFE el diputado oficialista Rolando Cuéllar, que se ha mostrado como un impulsor de la renovación de su partido y cercano a Arce.
A su juicio, lo que manifiesta Morales con sus acusaciones es una desesperación por ser candidato para las elecciones generales de 2025 y por eso el expresidente se ha convertido en un opositor al gobierno.
Cuéllar consideró que las organizaciones sociales respaldan al MAS y que serán aquellas las que en última instancia tendrán la potestad de definir la continuidad de Arce y de Choquehuanca, que, según dijo, poseen el apoyo de gran parte de la base social.
Fuente: El Nacional
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