Por Ricardo Bianchi
La medida de emergencia, realmente de emergencia, originada por la falta de dólares en el Banco Central, tomada por el Ministerio de Economía, para ser ejecutada dentro del término del 5 al 30 de setiembre, merece ser analizada a la luz de las múltiples derivaciones que la misma involucra.
Si se cumple el ingreso de u$s 5.000 millones de dólares por la liquidación de soja esto representa, considerando el diferencial que resulta entre el dólar oficial y el dólar soja de 200, aproximadamente 23.000 pesos o menos la tonelada, según los precios se modifiquen por el aumento de la oferta, multiplicados por 8.6 millones de toneladas, que surgen de dividir los 5.000 millones por el precio internacional de 575, una emisión adicional de 197.800 millones m.m. de pesos, cantidad que podrá oscilar en relación a la cotización de precios del mercado.
Este aumento del circulante que no vaya al dólar MEP por intermedio de la cuenta especial normada por el BCRA, tiene que ser absorbido por el mercado vía leliq u otro instrumento financiero.
A la postre, sigue siendo una expansión de la base monetaria, lo cual no es bueno ya que tarde o temprano se traslada a la inflación mediante suba de precios y estimula la compra de dólares alternativos.
Si esta medida quedara aislada y no se extendiera a otros productos, podría ser que pase por una cuestión accidental, pero vemos venir los distintos reclamos de igualdad de otros sectores exportadores también perjudicados por el diferencial cambiario.
Se abrió la Caja de Pandora y quién sabe qué monstruos saldrán de ella. No se objeta la medida, tomada en razón de circunstancias excepcionales. Lo que podemos marcar es la falta de previsión, no de ahora, sino de siempre, de la contención y cerrojo que tendrían que disponerse para que estas decisiones no trasciendan al resto de la economía, donde no existen sectores estancos, sino todo lo contrario, infinitos vasos comunicantes. De hecho, no es una decisión que genere un círculo virtuoso.
Frente a la medida ya dispuesta y a la espera de sus resultados, volvemos a insistir que el centro de nuestros problemas para que el sistema capitalista se consume finalmente en nuestro país, reside en la falta de un instrumento que estimule el ahorro con destino a la formación de mercado de capital autóctono, inversión y desarrollo.
Hay pruebas de la existencia de excedentes generados por la economía local. Se afirma que no menos de 400.000 millones de dólares están por fuera del circuito doméstico y que no ingresarán al mismo por las razones por todos conocidas, fundamentalmente, por la no confianza en nuestra moneda.
Podríamos teorizar que, luego de muchos esfuerzos y el paso del tiempo, lográramos volver a reunir una cantidad igual de excedentes, es decir, otros 400.000 millones de dólares. Con total seguridad correrán la misma suerte que los primeros.
En tanto no podamos asumir cual es el centro del meollo y actuar en consecuencia, los artilugios pasados, presentes y futuros no servirán para otra cosa que seguir un derrotero de fracasos y miserias, cuyas consecuencias seguirán soportando las espaldas de los sectores más humildes y postergados.
Por nuestra parte, hemos realizado propuestas en el sentido indicado para que sean tomadas como aporte a un análisis más amplio, más complejo, donde se asuman todas las variantes, se proyecten modelos, se establezcan objetivos y plataformas de acciones concretas. Se trata de interactuar ideas, trabajo, esfuerzo, dentro de un marco que garantice el máximo rigor posible.
Para no repetirnos, mencionamos artículos anteriores publicados en el desafiosemanario.blogspot.com, “creación de un peso fuerte, el patacón de oro” o bien solicitar su envío por correo a:
Si se cumple el ingreso de u$s 5.000 millones de dólares por la liquidación de soja esto representa, considerando el diferencial que resulta entre el dólar oficial y el dólar soja de 200, aproximadamente 23.000 pesos o menos la tonelada, según los precios se modifiquen por el aumento de la oferta, multiplicados por 8.6 millones de toneladas, que surgen de dividir los 5.000 millones por el precio internacional de 575, una emisión adicional de 197.800 millones m.m. de pesos, cantidad que podrá oscilar en relación a la cotización de precios del mercado.
Este aumento del circulante que no vaya al dólar MEP por intermedio de la cuenta especial normada por el BCRA, tiene que ser absorbido por el mercado vía leliq u otro instrumento financiero.
A la postre, sigue siendo una expansión de la base monetaria, lo cual no es bueno ya que tarde o temprano se traslada a la inflación mediante suba de precios y estimula la compra de dólares alternativos.
Si esta medida quedara aislada y no se extendiera a otros productos, podría ser que pase por una cuestión accidental, pero vemos venir los distintos reclamos de igualdad de otros sectores exportadores también perjudicados por el diferencial cambiario.
Se abrió la Caja de Pandora y quién sabe qué monstruos saldrán de ella. No se objeta la medida, tomada en razón de circunstancias excepcionales. Lo que podemos marcar es la falta de previsión, no de ahora, sino de siempre, de la contención y cerrojo que tendrían que disponerse para que estas decisiones no trasciendan al resto de la economía, donde no existen sectores estancos, sino todo lo contrario, infinitos vasos comunicantes. De hecho, no es una decisión que genere un círculo virtuoso.
Frente a la medida ya dispuesta y a la espera de sus resultados, volvemos a insistir que el centro de nuestros problemas para que el sistema capitalista se consume finalmente en nuestro país, reside en la falta de un instrumento que estimule el ahorro con destino a la formación de mercado de capital autóctono, inversión y desarrollo.
Hay pruebas de la existencia de excedentes generados por la economía local. Se afirma que no menos de 400.000 millones de dólares están por fuera del circuito doméstico y que no ingresarán al mismo por las razones por todos conocidas, fundamentalmente, por la no confianza en nuestra moneda.
Podríamos teorizar que, luego de muchos esfuerzos y el paso del tiempo, lográramos volver a reunir una cantidad igual de excedentes, es decir, otros 400.000 millones de dólares. Con total seguridad correrán la misma suerte que los primeros.
En tanto no podamos asumir cual es el centro del meollo y actuar en consecuencia, los artilugios pasados, presentes y futuros no servirán para otra cosa que seguir un derrotero de fracasos y miserias, cuyas consecuencias seguirán soportando las espaldas de los sectores más humildes y postergados.
Por nuestra parte, hemos realizado propuestas en el sentido indicado para que sean tomadas como aporte a un análisis más amplio, más complejo, donde se asuman todas las variantes, se proyecten modelos, se establezcan objetivos y plataformas de acciones concretas. Se trata de interactuar ideas, trabajo, esfuerzo, dentro de un marco que garantice el máximo rigor posible.
Para no repetirnos, mencionamos artículos anteriores publicados en el desafiosemanario.blogspot.com, “creación de un peso fuerte, el patacón de oro” o bien solicitar su envío por correo a:
bianchiricardo770@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario