“El tráfico ilegal de bienes culturales, arqueológicos y antropológicos en nuestro país es muy grande”, explicó la experta de la UNESCO Liana Sabbatella.
En declaraciones al programa 1-2-3 de Radio UBA sostuvo que “en el paso fronterizo entre Ozono (Chile) y Bariloche (Argentina) se trafican huevos de dinosaurio cuyo valor se calcula en un millón de dólares por unidad”.
“Somos [los argentinos] traficantes de huesos y huevos de dinosaurios requeridos por grandes coleccionistas del mundo”.
En diálogo con los periodistas Paula Atlante y Pablo Galeano, la titular de la Cámara Argentina de Empresarios Culturales (CAEC), destacó que “el tráfico de bienes culturales, o la no protección de esos artículos, es un problema que ningún gobierno ha estimado enfrentar. El tema es un hueco oscuro provocado por la falta de conciencia sobre el valor arqueológico que nuestra tierra ofrece”.
“Los huevos de dinosaurios se roban directamente de la tierra cuando se realizan las obras de los pozos petroleros en Plottier (zona de Vaca Muerta-Neuquén). El traficante se acerca a la excavación, si se encuentran cuatro huevos, devuelve tres y se queda con uno”, denunció Liana Sabbatella, quien explicó que la Argentina no tiene un inventario, ni un relevamiento o identificación del costo de los bienes culturales, tampoco una protección.
La cultura mueve millones
“Lamentablemente, no sabemos lo que tenemos, pero tenemos mucha riqueza arqueológica y antropológica en todo el país”, destacó Sabbetella quien aseguró que comercio en negro similar a los restos de dinosaurios suceden con puntas de flechas -de menor antigüedad- en el NOA. “En nuestro país no se termina de aplicar la ley vigente, porque no hay capacitación suficiente”, agregó. “La cultura mueve millones de dólares”, remarcó.
En declaraciones al programa 1-2-3 de Radio UBA sostuvo que “en el paso fronterizo entre Ozono (Chile) y Bariloche (Argentina) se trafican huevos de dinosaurio cuyo valor se calcula en un millón de dólares por unidad”.
“Somos [los argentinos] traficantes de huesos y huevos de dinosaurios requeridos por grandes coleccionistas del mundo”.
En diálogo con los periodistas Paula Atlante y Pablo Galeano, la titular de la Cámara Argentina de Empresarios Culturales (CAEC), destacó que “el tráfico de bienes culturales, o la no protección de esos artículos, es un problema que ningún gobierno ha estimado enfrentar. El tema es un hueco oscuro provocado por la falta de conciencia sobre el valor arqueológico que nuestra tierra ofrece”.
“Los huevos de dinosaurios se roban directamente de la tierra cuando se realizan las obras de los pozos petroleros en Plottier (zona de Vaca Muerta-Neuquén). El traficante se acerca a la excavación, si se encuentran cuatro huevos, devuelve tres y se queda con uno”, denunció Liana Sabbatella, quien explicó que la Argentina no tiene un inventario, ni un relevamiento o identificación del costo de los bienes culturales, tampoco una protección.
La cultura mueve millones
“Lamentablemente, no sabemos lo que tenemos, pero tenemos mucha riqueza arqueológica y antropológica en todo el país”, destacó Sabbetella quien aseguró que comercio en negro similar a los restos de dinosaurios suceden con puntas de flechas -de menor antigüedad- en el NOA. “En nuestro país no se termina de aplicar la ley vigente, porque no hay capacitación suficiente”, agregó. “La cultura mueve millones de dólares”, remarcó.
Yacimiento El Tranquilo- Crédito: Pablo Puerta
En relación a la situación en los países de la región, Sabbatella describió: “Chile, Bolivia y Uruguay cuentan con avances legislativos y representantes capacitados para controlar entradas y salidas de bienes culturales en fronteras y puntos críticos. Esos países saben lo que se pueden sacar. Hay un control, la gente tiene más cuidado”.
Fuente: “1-2-3” es un programa semanal de radio UBA, FM 87.9, conducido por los periodistas Pablo Galeano y Paula Atlante.
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