Un nuevo "cacerolazo" contra el Gobierno, con menor adhesión que en otras ocasiones, se realizó esta noche en el centro porteño con el nombre de "13N" y fue criticado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien advirtió que "en la Argentina nada es espontáneo" sino "todo organizado".
La convocatoria fue realizada a través de las redes sociales y tuvo como puntos encuentro la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, y el Obelisco, aunque también hubo una protesta en las puertas de la Quinta de Olivos, donde la mandataria cumple reposo médico, y réplicas en algunas de las principales ciudades del país.
Con carteles que expresaban reclamos por la inseguridad, la inflación, la corrupción, el desempleo y la independencia judicial, y con banderas y globos con los colores nacionales, los manifestantes se concentraron desde las 20:00 principalmente en la esquina de Santa Fe y Callao y también sobre la avenida Corrientes para luego marchar hasta la Plaza de Mayo por Diagonal Sur. También participaron algunos integrantes del frente opositor, como la diputada nacional de UNEN Elisa Carrió. También se produjeron en distintas ciudades argentinas, por ejemplo Tucumán, Córdoba y Rosario pero con una repercusión menor a las anteriores.
jueves, 13 de noviembre de 2014
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