domingo, 3 de mayo de 2020
Acuerdo de Punchauca y Entrevista de Guayaquil
Por Leonardo Castagnino
Acuerdo de Punchauca:
Ya asentado firmemente en Chile, San Martín sigue su plan, y en una flota al mando del almirante ingles Chrocrane, se dirige al Perú, donde propone al virrey La Serna la independencia de Perú, Chile y las Provincias del Sur, con un gobierno monárquico coronando un Príncipe español, y con acuerdo comercial con España. La Serna está de acuerdo, y reunidos en Punchauca celebran el acuerdo, con el brindis de oficiales de ambos ejércitos.
Pero la propuesta de San Martin no podía ser bien vista por Inglaterra, que de esa forma perdía su preponderancia comercial en Hispanoamérica, y prefería formar varias repúblicas separadas, fácilmente manejables.
El general realista Valdez, gran Maestre del la logia de Inglaterra, activo y autoritario, influye en el ánimo de los oficiales del ejército realista, que finalmente hace desistir a La Serna de lo pactado con San Martin en Punchauca. Era la ruptura definitiva de San Martin con la masonería inglesa, y ya con las cartas a la vista, le remite al virrey La Serna correspondencia reiterando la propuesta de paz con España, incluidas las propuestas para un acuerdo comercial. Seguramente por noticias de su hermano Rufino desde la península donde éste tenía contactos importantes, San Martin le recuerda al virrey La Serna que la "Península ni puede ni quiere hacer la guerra a los americanos", por cuanto "...a sufrido tan grandes quebrantos en sus relaciones mercantiles, sin que la política presente otros medios de restablecerlas que el reconocimiento de nuestra independencia...", y le recuerda el abrazo de Punchauca diciéndole "...y me atrevo a esperar que en el fondo de sus sentimientos aprobará los míos..."
Luego de algunas consideraciones persuasivas y de orden general, le adjunta catorce proposiciones para la paz, que incluyen algunos aspectos como la devolución de los bienes confiscados y la situación de empleados civiles y militares de ambos bandos. En lo que respecta a los acuerdos comerciales que propone, detalla:
"Artículo 4°) El gobierno del Perú concederá a los españoles que hagan el comercio en buques que traigan el mismo pabellón, la rebaja de un tres por ciento, por el término de diez años, de todas las introducciones que hicieran en este territorio".
"Articulo 5°) También se concederá a los españoles el derecho exclusivo de introducir sus azogues por el termino de diez años al precio que se estipulare en el tratado definitivo".
"Artículo 6°) Los españoles podrán establecerse en América y gozarán del derecho de ciudadanía, siempre que éstos fueran acordados en la Península a los Americanos".
Estas propuestas favorecían a España sin perjudicar a América, eran muy distintas del trato comercial con los ingleses, y no podían ser toleradas por los ingleses, que boicotean lo acordado en Punchauca a través del general realista Valdez, como dijimos miembro de la masonería inglesa. Esta correspondencia es publicada en la en la "Gaceta de Gobierno" del miércoles 11 de septiembre de 1822, incluyendo una tácita acusación a Valdez, señalando que las Cortes españolas "tratan de impedir la continuación de una guerra infructuosa" pero "...aún subsisten en el Perú hombres frenéticos que deseosos de mantener su poder expirante, se complacen en prolongar los males de la humanidad".
La carta a La Serna termina haciéndole saber que partiría hacia Guayaquil "a cumplir mi palabra al Libertador de Colombia..." y que en caso de aceptar La Serna sus propuestas, el gobierno queda encargado de "nombrar los comisionados y transigir cuantas dificultades ocurran en el curso de las negociaciones".
Entrevista de Guayaquil:
San Martin hace un esfuerzo más para cumplir con una verdadera "emancipación" de América toda, y concurre a reunirse con Simón Bolívar en Guayaquil.
Salvo algunas referencias que hace San Martin en cartas a Tomás Guido, poco y nada se sabe de lo tratado en la reunión secreta de Guayaquil, y ambos jefes llevaron el secreto de lo hablado a la tumba. Lo tratado en Guayaquil, San Martin las mantuvo en secreto “para no romper el juramento”, según se lo dice en carta a Guido. Le dice además que los papeles le serán entregados luego de su muerte. Pero muerto San Martin, Balcarce no tiene mejor idea que, en vez de mandarle los papeles a Guido, mandaselos a Mitre, nada menos.
Lo cierto es que San Martin le propuso a Bolívar unir ambos ejércitos para la liberación definitiva de América del Sur, pero Bolívar se negó, ya sea por orden masónica, de la que era miembro, o bien por su carácter orgulloso y autoritario que pretendía quedarse con toda la gloria para sí mismo. San Martin se retiró decepcionado y Bolívar, acosado por la masonería, no logró su propósito.
Al poco tiempo, Sucre fue asesinado por orden de la masonería, y San Martin, retirado en Mendoza, acosado y amenazado de muerte, y debió retirarse al exilio.
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