Mientras el número de contagios de COVID-19 continúa alto, aunque estable, en Rosario, un grupo de médicos protagonizó este viernes una impactante manifestación frente al Monumento a la Bandera. 
Con barbijos y máscaras, los profesionales reclamaron a las autoridades que se restringa el contacto social ante el fuerte avance de la pandemia en la ciudad. Los médicos buscaron hacer visible su preocupación por la situación que se atraviesa el sur santafesino.
Los organizadores de la convocatoria sostuvieron que Rosario “es el epicentro nacional del COVID-19“, por lo que la idea de la movilización fue “ponerle rostro y humanidad a los muertos e infectados, para que se vea que son más que cifras”.
Los profesionales de la Salud propusieron una estrategia de aislamiento selectivo, programado e intermitente que pueda planificar la vida en la ciudad de los próximos tres a seis meses, a fin de evitar “muertes que se pueden evitar”.
“La región está promediando casi 1.500 contagios diarios hace varias semanas, en un contexto donde el Estado fue perdiendo iniciativa a la hora de regular la circulación. Según las proyecciones del Conicet, de no restringirse el contacto social, habría al menos 200 muertes más por el coronavirus de aquí a fin de mes, que podríamos evitar si se toman medidas a tiempo”, señalaron los profesionales de la Salud.
Si bien los médicos reconocieron que a esta altura “la población no soportaría cierres prolongados“, indicaron que Rosario debe cambiar de estrategia. Por ese motivo, indicaron un esquema de 10 o 15 días de cierre estricto, seguido de un periodo de 15 días de aperturas controladas. Consideran que esta modalidad debería sostenerse al menos hasta marzo de 2021
“Hasta las propias autoridades de salud a nivel municipal y provincial han reconocido en estas horas la necesidad de tomar alguna medida de restricción. Por eso venimos pidiendo el Botón Rojo intermitente”, reclamaron los médicos frente al Monumento.
Fuente: Sin Mordaza
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