El genio en la pelota,
el pibe en el potrero.
Fundador de países:
Paternal, Boca, Nápoles.
Con cada una de sus frases
se caía del poder una careta.
Y si Doña Coca lo atrapó
supo aceptar la vergüenza:
la pelota no se mancha.
Todo está en las cosas,
las sencillas, las primeras.
La curvatura del espacio-tiempo
en las ganas de jugar.
Aceptar que el alma entera
sea cuerpo con tu cuerpo,
aun a riesgo de perder dos veces.
Quizá sólo se trata de no dejar
a tu Dieguito en el baldío.
Llevarlo a todos lados:
al Vaticano, al palacio y al desierto.
¿Cómo se hace un Maradona?
Dios tendrá que existir el rato
en el que nos cuente la receta,
aunque se dice en la tribuna
que también para Él
fue un milagro.
jueves, 26 de noviembre de 2020
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