Por José Cornejo Pérez*
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué balance le merece la relación que el Partido Socialista (PS) ha tenido con el oficialismo desde 2015?
Jorge Rivas: Primero me parece importante aclarar que la identidad socialista trasciende largamente al Partido Socialista. Es más, es mayor la cantidad de socialistas que nos encontramos afuera del Partido que dentro de él. Esto es así porque desde hace ya mucho tiempo el PS ha extraviado su rumbo. Los motivos son muchos y variados.
Pero yendo puntualmente a lo que preguntás, yo te diría que su posición en relación al macrismo no solo que no es ambigua, sino que es coherente. Todas las decisiones políticas que ha tomado el PS en las dos últimas décadas, siempre han sido funcionales al bloque dominante.
Por lo que no me sorprende su tibia oposición política al gobierno de derecha macrista. Así como tampoco me sorprende, que para las próximas elecciones, haya cerrado un acuerdo electoral con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. No hay que ser un fino analista político, para ver que ese acuerdo va en una dirección contraria, a la necesaria derrota electoral de la derecha en octubre.
En síntesis, el PS de Argentina no es de los trabajadores, ni de izquierda, ni popular. Se ha convertido en una patética cáscara vacía, al servicio de pequeños negocios electorales para su casta dirigente. A varios compañeros y compañeras les pediría que echen una mirada al mundo, y que digan con qué sujeto social piensan transformar Argentina. La izquierda puramente retórica, es un brulote político
APU: ¿Cree que el campo popular puede recuperar el PS?
JR: La política es muy dinámica, y más en Argentina. Por lo que es muy difícil hacer una afirmación categórica sobre el destino del Partido Socialista. Pero honestamente, yo creo que no tiene retorno. Arrastran la profunda crisis de identidad que sufre la socialdemocracia de Europa. Si el socialismo no se nutre del campo popular, como bien dice García lineras, se convierte en una izquierda de cafetín.
APU: ¿Cómo ve el futuro electoral?
JR: La evolución económica para el Pueblo trabajador va a seguir siendo negativa mientras el neoliberalismo macrista gobierne. No hay motivo alguno para esperar una mejora de los indicadores. Es más, a las calamidades económicas y sociales que estamos viviendo, debemos sumarle la fuerte degradación institucional, que hace a nuestra democracia cada vez más débil y precaria.
Además el macrismo, de manera contundente y en reiteradas oportunidades, ha ratificado el rumbo. Es decir, del gobierno solo podemos esperar la aplicación de medidas que profundicen una mayor desigualdad. Y generen todavía mayor sufrimiento. En ese contexto, se impone que trabajemos en la articulación de un frente patriótico del campo popular. Lo suficientemente amplio y plural, como para derrotar electoralmente a la derecha en octubre. En esa inteligencia, no tengo dudas de que Cristina, es quien mejor expresa una síntesis contenedora y superadora de todo ese campo nacional y popular.
APU: ¿Por qué le parece que a pesar de la crisis económica, no haya un escenario de estallido social como en 2001?
JR: 2001 fue una crisis institucional terminal. No te olvides que la consigna más escuchada era “que se vayan todos”. Es decir, el descreimiento con la política era total. Hoy desde lo social, la derecha recibió un colchón social muy alto del kirchnerismo. Y en lo institucional, la mayoría del Pueblo es consciente que se equivocó con Macri, y sabe que en octubre puede enmendar su error.
O sea, no estamos ante una crisis institucional terminal, porque buena parte de la sociedad tiene esperanzas de que solo a través de la política saldremos de la crisis. Por eso estoy confiado, en que estamos transitando los últimos días del macrismo.
* Director Agencia Paco Urondo.
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