Está arrancando el calendario académico en todos los niveles educativos y todo lo que no se hizo por la “pandemia Covid-19” tendría que empezar a recomponer el bache educativo que fue el 2020.
No es así para la facultad de Ciencias Sociales que sigue adeudando respuesta a los Graduadxs sin papeles que reclaman los títulos desde hace casi 2 años. El jueves 18 de febrero otra vez los damnificados de Graduadxs sin papeles volvieron a marchar frente a la sede de Marcelo T de Alvear al 2200 de CABA. Otros que se acercaron fueron los alumnos de Kinesiología de la UBA que no pueden realizar sus prácticas ni residencias y ni por asomo, graduarse.
Este medio, El Desafío Semanario trató infructuosamente de comunicarse durante toda la semana con la decana Carolina Mera y el Secretario de Estudios Avanzados Julián Rebón. Las autoridades habían prometido una reunión que no se acordó todavía. Esta actitud remisa para hacerse presente en alguna marcha (evadiéndola, yéndose antes o no concurriendo al decanato) o no dar respuestas claras a este grupo, está generando consecuencias in crescendo.
En medio de esta crisis, se produjo la renuncia del
Secretario Académico Dr. Gustavo Nahmias a partir del 1 de febrero de 2021.
Dentro de las consecuencias, está el afrontamiento futuro ($$$$) de la Universidad de Buenos Aires ante los Recursos de Amparos que un grupo de alumnos presentarán a la Justicia. Este punto trae una discrepancia dentro del grupo de Graduadxs sin Papeles que no conciben que siendo la UBA una Universidad pública, libre y gratuita se debiera ni accionar económicamente ni judicialmente. Lo que se plantea desde la ética no se refleja en el pragmatismo de la gestión de Mera.
Aparentemente, la demora en la entrega de títulos es porque “no tiene un protocolo Covid-19 para el sector administrativo y resaltan que no tienen escáner para la documentación”. Pero no todas son malas noticias, las mesas de exámenes se están normalizando y se están entregando algunos certificados de materias aprobadas para la inscripción de la carrera Docente, dentro de los trámites básicos de la vida universitaria. El resto, “no tiene explicación”.
Otro de los reclamos fueron los exámenes globales de inglés, requisito para poder recibirse, que dieron como resultado una cantidad importante de reprobados y que además les condicionó la finalización de su carrera. Luego de 6 meses los hicieron más complejos que años anteriores y sin tiempo virtual para resolverlos.
Esto me recuerda a los reclamos por la inviabilidad de los exámenes y los cuestionamientos a las gestiones académicas y administrativas durante la Reforma Universitaria de 1918.
Por Alejandra Passarellli
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