Por Ricardo Bianchi
EL informe especial de enero del 2023, del CEU de la Unión Industrial Argentina, realizado en base a la IV encuesta 2022, nos da cuenta de los indicadores industriales y expectativas, así como de las restricciones al comercio exterior.
Producción, se observa una caída de la producción y las expectativas por debajo de los relevamientos anteriores.
Ventas internas y externas: un menor dinamismo en las ventas internas y marcada reducción en los volúmenes de la exportación.
Pequeñas y medianas empresas: también aquí se registran disminución en la producción y caída en las ventas internas y externas.
Expectativas: se redujeron las expectativas de producción, ventas y exportación.
Restricciones al comercio exterior: la mayor parte de las empresas reportan dificultadas en el funcionamiento de importación y muy difícil acceso al abastecimiento de insumos.
Financiamiento: el 90% de las empresas tiene dificultades para acceder al financiamiento necesario para importar insumos.
Impacto en la producción: siete de cada diez empresas manifestaron que las dificultades en el abastecimiento de insumos podrían generar paradas en algunas líneas de producción. La no aprobación de las solicitudes y la dilatación en los plazos fueron los motivos más mencionados por las empresas como riesgos de paradas parciales de plantas.
A esta síntesis del informe podemos agregar que la sequía generó una baja en la producción primaria, que representa una merma 15.000 millones de dólares de exportación para el presente año.
Que el Banco Central sumó compromisos de pago, por demora en la liquidación de divisas, del orden de 10.000 millones de dólares.
El refinanciamiento de los compromisos internos y externos, es decir, la bicicleta financiera, agrega a la deuda total un incremento de 3.100 millones dólares mensuales.
Que la reducción en la producción y el consumo preanuncian un escenario económico social muy difícil para el año 2023 y los siguientes.
El ministro de economía y su equipo, han podido ir emparchando las urgencias. Bien por ellos. Pero no son soluciones ni siquiera de corto plazo.
La proximidad de las elecciones compromete aún más la toma de decisiones de fondo.
Las medidas que el país necesita demorarán, por lo menos, dos años para comenzar a implementarse. Por este camino vamos directos de cabeza al no cumplimiento de las obligaciones internas y externas, en definitiva, al default.
Y si ésta es la realidad que debemos asumir, ensayemos entonces ideas que nos permitan transitar estos dos años sin caer en escenarios dolorosos para el conjunto de la sociedad. Que podamos construir un pulmón de tiempo y recursos para tener la posibilidad de salir lo más indemne posible.
En orden a este objetivo, queremos aportar al estudio de alternativas viables, nuestra propuesta de constituir un Fondo de Garantía, cuestión que hemos abordado en anteriores trabajos.
Trataremos de explicitar de que se trata, cómo se construye y que beneficios puede ofrecer este Fondo.
De que se trata: El Fondo de Garantía es una herramienta para que todas las empresas importadoras puedan acceder al crédito externo para efectivizar el pago de sus insumos. Es un aval de última instancia, un reaseguro de cumplimiento automático, para el caso de que el Banco Central tenga dificultades al momento de ejecutar el pago de las divisas de importación en los tiempos pactados.
Este Fondo tiene que estar protegido por una legislación que cumpla con los requerimientos internos y bajo la jurisdicción de los tribunales internacionales. Tiene que ser una entidad autónoma y sí es necesario, con domicilio fuera del territorio argentino. Los activos financieros y las divisas depositadas en una entidad internacional de primera línea, de forma de disipar cualquier duda sobre el acatamiento a rajatablas del objeto para el cual fue creado.
El armado normativo y de funcionamiento, tiene que ser lo suficiente atractivo para estimular a los fondos de inversión internacional a prestar a las empresas, un crédito de no menos de dos años.
Cómo se construye: con activos financieros en poder del Estado, las provincias y las instituciones, que los cederán al fondo con el arreglo de algún tipo de beneficio, bajo la figura de securitización u otra adecuada al efecto. Más un porcentaje significativo de las divisas que vayan ingresando por las exportaciones.
Con el acuerdo de los gobiernos provinciales, el mayor volumen posible de los partidos políticos, los bancos y las finanzas, las organizaciones empresariales y de trabajadores. Es decir, cubrir el más grande espectro, ya que la implementación y período de ejecución trascienden a este gobierno y tal vez al que lo suceda.
Beneficios:
Podemos señalar los siguientes:
Que el estado se haga de un crédito a muy bajo interés por un monto estimado en el plazo de dos años, de ciento cincuenta mil millones de dólares, en un momento en que Argentina tiene muy pocas posibilidades de hacerlo de otra manera.
Que todos los importadores puedan acceder de forma rápida y simple a la compra de insumos en el exterior.
Que el hecho de tomar un préstamo, obvie a los importadores la presentación licitudes de fondos.
Que la producción pueda funcionar a pleno.
Que desaparezcan los impedimentos para importar, levantando el actual cepo a la importación.
Que la economía en su conjunto tenga un respiro y pueda desarrollar todo su potencial impulsando el PBI, la baja de la inflación, la estabilidad social y el crecimiento de la economía con recuperación del nivel de los salarios y jubilaciones.
Plazos de repago de los préstamos: lo ideal sería no menos de dos años, por tres razones; una que con la inflación reduciéndose en los países desarrollados y a un plazo que cuadruplica los actuales 180 días, los intereses deberían ser sensiblemente menores que los de un préstamo eventual de muy corto plazo. La segunda; que en dos años el país puede acumular un crédito igual al monto de importaciones por ese período. Por último y la tercera razón, porque el paquete de préstamos a otorgar de aprox. ciento cincuenta mil millones de dólares resulte más atractivo para los dadores que un monto menor.
Intereses: que habrá que sentarse y negociar que porcentaje del pago de intereses asuman los importadores y cual el estado.
Destino de las divisas de exportación: al no tener que repagar por dos años las importaciones con las divisas procedentes de las exportaciones, habría que estipular muy taxativamente que porcentaje, después del pago de las obligaciones externas, se destina al Fondo de Garantía, que a reforzar las reservas del Banco Central y que a achicar la deuda interna de leliq y otras obligaciones. No menos importante es la consideración de que contando con éstos montos y éste plazo, se eliminen todas las retenciones a la exportación. Tiene que ser muy preciso y de cumplimiento obligatorio, de lo contrario, siempre encontrarán razones de urgencia para cambiar el objeto primario.
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