La junta comenzará el lunes en Bruselas, Bélgica, y se extenderá hasta el martes. El futuro del acuerdo UE-Mercosur será un tema central.
El próximo lunes tendrá inicio en Bruselas, Bélgica, la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE). Desde esta última entidad, consideran que el principal resultado de las reuniones que se extenderán hasta el martes será el haber podido retomar la relación al más alto nivel tras ocho años, mientras quedan asuntos por resolver como una alusión a la agresión rusa contra Ucrania o el futuro del acuerdo UE-Mercosur.
Según trascendió, existirá un "mensaje de optimismo, dinamismo y alegría por poder reencontrarnos después de ocho años", lo cual para la UE será "el principal resultado de la cumbre".
"Lo más importante de esta cumbre es la cumbre en sí misma. El primer mensaje que tenemos que subrayar es que necesitamos recuperar este espacio de diálogo tras ocho años en los que fuimos incapaces de conectar con la UE", dijo el subsecretario argentino de Asuntos de América Latina y el Caribe, Gustavo Martínez Pandiani.
Desde la UE recalcan la "inclusividad" de este formato, a fin de que sea "útil" para dialogar no solo con los países con los que tiene un acuerdo, sino también con los que mantiene diferencias, de manera tal de poder "abordarlas y avanzar".
Ambos bloques representan a 61 países, lo que representa un tercio de los miembros de las Naciones Unidas, el 21% del producto interior bruto mundial y a más de mil millones de personas (casi el 14% de la población mundial). De las 33 delegaciones latinoamericanas y caribeñas previstas en la cumbre, unas 26 estarán representadas con rango de jefes de Estado o de Gobierno.
Esta será la novena cumbre que celebren la UE y América Latina y el Caribe, y la tercera desde que existe la CELAC. Los mandatarios de ambos bloques no se habían reunido desde junio de 2015. Luego de ese último encuentro, la pandemia o la salida temporal de Brasil de la agrupación latinoamericana complicaron el relanzar esas reuniones.
Para garantizar que estas cumbres se celebren cada dos años, la UE propuso un "mecanismo de coordinación", el cual consiste en una "estructura ligera que se adaptará al formato que quiera la CELAC" y se basará en reuniones periódicas de altos funcionarios y de ministros de Exteriores, con la idea de cubrir una hoja de ruta de trabajos conjuntos en 2023 y 2024 hasta la próxima cumbre, que esperan celebrar en 2025 con Colombia como presidencia pro tempore.
La guerra en Ucrania y el cambio climático, temas a tratar en la cumbre
Ambos bloques negocian a contrarreloj la declaración que esperan aprobar en la cumbre, y en la cual la UE quiere incluir una condena a la guerra de agresión rusa en Ucrania, que esté respaldada por una de las regiones del mundo con la que considera que tiene un pensamiento de los más afines.
Según un alto funcionario comunitario, "los huecos se van cerrando" mientras aún se negocian asuntos como la financiación de la mitigación del cambio climático. Sobre este tópico, la UE está dispuesta a evaluar la propuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, de reestructurar el sistema financiero global para adoptar el cambio de deuda extranjera por acción climática.
Por otro lado, la CELAC quiere incluir en el texto una referencia a las reparaciones y una condena a la esclavitud.
Mercosur y otros acuerdos bilaterales
A la UE le "interesa avanzar" en el acuerdo comercial con el Mercosur, dejando en claro que la propuesta europea de instrumento adicional sobre el clima y la prevención de la deforestación no incluye sanciones.
En este punto, el subsecretario argentino de Asuntos de América Latina y el Caribe dijo no esperar grandes avances, pero no descartó la posibilidad de que los líderes de la UE y del Mercosur puedan mantener un encuentro en los márgenes de la cumbre.
Por otra parte, durante la cumbre, la UE prevé la firma de varios pactos específicos: dos memorandos de entendimiento políticos con El Salvador y Honduras, dos acuerdos energéticos con Uruguay y Argentina y uno de materias primas con Chile, además de un acuerdo político con Colombia que esperan impulsar durante la posible visita de Petro a Bruselas en octubre.
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