Foto de MAP
Esta vieja disputa de casi 50 años que produjo un permanente confronte entre Marruecos y Argelia (con países que apoyaban a uno o a otro) por diversos motivos, llegó a un punto de inflexión.
Fue en el año 2007 cuando por iniciativa del Rey Mohammed VI, Marruecos presentó un Plan de Autonomía como una contribución seria y creíble y una buena base para encontrar la solución.
Desde allí en adelante, la mayoría de los países que respaldaban a Argelia y el supuesto Estado- Ejercito fantasmal, comenzaron a comprender que este invento argelino generado por el régimen militar que gobierna ese país, tal vez para tapar los verdaderos conflictos internos y el terrible estado socioeconómico de su población, no tenían ninguna solidez.
Esta vieja disputa de casi 50 años que produjo un permanente confronte entre Marruecos y Argelia (con países que apoyaban a uno o a otro) por diversos motivos, llegó a un punto de inflexión.
Fue en el año 2007 cuando por iniciativa del Rey Mohammed VI, Marruecos presentó un Plan de Autonomía como una contribución seria y creíble y una buena base para encontrar la solución.
Desde allí en adelante, la mayoría de los países que respaldaban a Argelia y el supuesto Estado- Ejercito fantasmal, comenzaron a comprender que este invento argelino generado por el régimen militar que gobierna ese país, tal vez para tapar los verdaderos conflictos internos y el terrible estado socioeconómico de su población, no tenían ninguna solidez.
En que consiste este Plan de Autonomía para el Sáhara que tan bien es recibido por la comunidad internacional ?
Una lectura atenta de la carta de presentación del Plan de Autonomía por el embajador marroquí ante las Naciones Unidas, y en particular del texto del plan de autonomía, revela la seriedad, el realismo y la credibilidad que caracterizan esta iniciativa, tanto en la forma como en el fondo. Este texto está escrito en un lenguaje claro y transparente, sin ambigüedades. El contenido del texto presentado se distingue también por su coherencia con la voluntad de la comunidad internacional de encontrar una solución política a la cuestión del Sáhara, como confirman las palabras del embajador marroquí en la carta de presentación de este plan: “Se trata de una iniciativa consensuada, creativa, responsable y abierta que, por su contenido y su finalidad, permitirá a todos los saharauis, residentes en el Reino o en el extranjero, gestionar democráticamente sus asuntos locales, a través de instancias representativas, legislativas, ejecutivas y judiciales”.Esta iniciativa también concreta el principio de autodeterminación mediante una expresión libre, democrática y moderna del sistema de autonomía. Está en consonancia con la legitimidad internacional y garantiza el respeto y la promoción de los derechos humanos, reconocidos universalmente y consagrados en la Constitución del Reino.
Con la seriedad, claridad y nobles principios que la caracterizan, la propuesta marroquí ha podido beneficiarse de un apoyo internacional in crescendo, sobre todo porque el texto de la propuesta no se detenía en generalidades, sino que abordaba los diferentes aspectos de la cuestión y presentaba soluciones realistas, serias y honestas para superarlos. Además, la elaboración de la propuesta no tuvo lugar en despachos cerrados, sino mediante un proceso democrático y amplias consultas internas, que se enriquecieron con consultas a nivel internacional.
Si se examina el texto de la iniciativa, se verá que está detallado en 35 puntos que tratan diversos aspectos de la cuestión. Esta iniciativa fue emprendida por Marruecos en respuesta al llamamiento de Naciones Unidas a la cooperación entre las partes y los países de la región para salir del punto muerto y encontrar una solución política a la cuestión del Sáhara. También forma parte de la construcción de una sociedad democrática moderna, basada en los principios del Estado de Derecho, las libertades individuales y colectivas y el respeto de los derechos económicos y sociales. La iniciativa permitirá a todos los saharauis gestionar democráticamente sus propios asuntos, sin discriminación ni exclusión, a través de los órganos legislativo, ejecutivo y judicial.
El sistema de autonomía propuesto también proporcionará a los habitantes de las provincias del sur los recursos financieros necesarios para el desarrollo de su región. Además, promueve el desarrollo económico, social y cultural a través del sistema presupuestario y fiscal de la comunidad autónoma, ya sea mediante impuestos locales, tasas y contribuciones o ingresos procedentes de los recursos naturales de la región. Además, recibe recursos de la solidaridad nacional. El Estado conserva sus competencias en ámbitos de soberanía como la defensa, las relaciones exteriores y las competencias constitucionales y religiosas de Su Majestad el Rey, Mohammed VI.
Además, una amnistía general beneficiará a todos con la exclusión de cualquier procesamiento, arresto, detención, encarcelamiento o cualquier forma de intimidación basada en los hechos cubiertos por esta amnistía.
También se propone crear un consejo de transición compuesto por representantes de todas las partes para gestionar la repatriación de los habitantes de los campos, el desarme, la desmovilización y la reintegración de los elementos armados fuera de la región.
Con un trabajo realmente incansable de toda la diplomacia marroquí y bajo la sabia conducción de su monarca, El Reino Alauita fue logrando día a día avanzar en sus respaldos dentro de la Unión Africana, entre los países árabes, en continentes como América y Asia y en los últimos tiempos las grandes potencias como EEUU, Francia, España, Alemania, Japón e Israel, entre otros.
El mas reciente fue Dinamarca, que reconoció el "Plan de Autonomía bajo soberanía marroquí", durante el encuentro del canciller danes, Lars Løkke Rasmussen y su homólogo marroquí, Nasser Bourita en Nueva York.
Suman hasta el momento 18 naciones europeas y mas de 100 en todo el planeta, que ahora respaldan el Plan de Autonomía para el Sáhara marroquí.
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