Esto obligó a reducir drásticamente la cantidad de operaciones realizadas en el segundo nosocomio más importante de Santiago del Estero.
Pese al tiempo transcurrido, el quirófano permanece clausurado y no hay atisbos de que se inicien, al menos en el corto plazo, las obras de reparación necesarias para ponerlo en funcionamiento. La sala de operaciones del servicio de cirugía está completamente vacía y todo la aparatología y el instrumental han sido depositados en los pasillos. Si bien el quirófano del área traumatológica continúa operativo, la cantidad de operaciones se han reducido drásticamente. Según información a la que pudo acceder Visión Santiagueña, de las 25 o 30 cirugías que se realizaban semanalmente, en la actualidad se estarían realizando dos o tres.
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