domingo, 16 de febrero de 2020

En qué consiste el “sueño chino” y la reconquista del centro de la civilización en 2050

La guerra comercial entre China y los Estados Unidos, que ahora tuvo una suerte de tregua gracias al acuerdo de primera fase por el cual se bajarán aranceles mutuamente, anticipa lo que el autor de El Sueño Chino dice que será una década de conflictos entre ambas potencias. Osvaldo Rosales es economista, ocupó varios cargos en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y fue director general de Relaciones Económicas Internacionales en la Cancillería chilena, en el gobierno del presidente Ricardo Lagos. Rosales realizó varios viajes a China y producto de su contacto con ese país escribió el libro El Sueño Chino, la otra versión del Sueño Americano. En su libro, Rosales recuerda que China se convirtió en un socio clave del comercio regional, particularmente para América del Sur. Pero, además, el autor advierte que hay que entender cómo se ven los chinos a sí mismos en el escenario global y cómo entienden la interacción con Occidente, muy distinto a cómo los occidentales vemos a los chinos. Para entender la importancia de este país en el mundo, mientras en Argentina seguimos enfrascados en nuestras crisis económicas cíclicas, Rosales recuerda que China ya se convirtió en el primer exportador de bienes, la principal potencia manufacturera, el principal acreedor de EE.UU y la economía con el mayor PBI del mundo. Pero esos logros tienen un costo para la población china: concentración del ingreso y caída en la calidad del medio ambiente. ¿Qué es el sueño chino? Ni más ni menos que la reconquista del lugar central que ese país tuvo en la civilización y economía mundiales hasta el siglo XV. Y ese anhelo choca con el sueño americano y el liderazgo mundial de los Estados Unidos. Pero el sueño chino no es un mero slogan, sus objetivos fueron definidos por el XVIII congreso nacional del partido comunista. Es por eso que Rosales advierte que la guerra comercial que hoy vemos no será breve y llevará décadas si es que no termina antes en un conflicto militar. Es el inicio de una nueva guerra fría pero con grandes diferencias: China argumenta que sólo sigue el camino que antes hicieron Japón y Alemania y, además, a diferencia de la exURSS los chinos son un actor relevante del comercio y de las inversiones internacionales. China es más fuerte y está más integrada a la economía mundial que la URSS en su confrontación con los Estados Unidos. Por eso la guerra comercial. El autor anticipa que los próximos 6 años serán cruciales para evaluar el grado efectivo de avance en las reformas en curso en China. Y la actual guerra comercial es sólo un “camuflaje” donde lo que está en juego en “la disputa de hegemonías entre China y los Estados Unidos es un conflicto por las tecnologías y el conocimiento del siglo XXI”. Por último, Rosales dedica un capítulo final a aconsejar a América Latina sobre qué posición tomar en este nuevo conflicto que se está produciendo, y propone que los gobiernos latinoamericanos no caigan en el juego de Donald Trump; tener una participación preactiva en la modernización de la OMC, mantener el multilateralismo y la convergencia entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR. En conclusión, Rosales aconseja que América Latina no debería alinearse con ninguna de las dos potencias en pugna, una especia de tercera posición como la que proponía Juan D. Perón o una neutralidad a la Suiza pero con una actitud más activa a nivel regional estrechando vínculos con la Unión Europea. Sobre el autor: Nacido en Chile, es economista (Universidad de Chile) y magíster en Economía (Escolatina). Entre 1980 y 1990 fue docente en Cepal-Ilpes en temas de política económica, desarrollo económico y relaciones económicas internacionales en casi en todos los países latinoamericanos. Desde marzo de 1990 se desempeñó como asesor regional en la Secretaría Ejecutiva de la Cepal. En marzo de 2000 asumió el cargo de director general de Relaciones Económicas Internacionales en la Cancillería chilena, en el gobierno del presidente Ricardo Lagos. En esa gestión, encabezó las negociaciones de acuerdos de libre comercio de Chile con la UE, los Estados Unidos, Corea del Sur y la Asociación Europea de Libre Comercio, y también inició las conversaciones para un acuerdo con China. En diciembre de 2004 retornó a la Cepal como director de la División de Comercio Internacional e Integración, cargo que desempeñó hasta junio de 2015. Fue docente, conferencista y asesor de gobiernos en China, Corea del Sur, Egipto, Malasia, Estados Unidos, Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido, Rusia y Suecia. Sus numerosos viajes a China lo han vinculado estrechamente con la comunidad académica que allí estudia a América Latina. Participó en las campañas presidenciales de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos y coordinó el programa presidencial del senador Alejandro Guillier en 2017. Es uno de los miembros fundadores en Chile del Foro de Política Exterior y del Foro por un Desarrollo Justo y Sostenible (ambos de 2019). Fuente: 4semanas.com

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