El presidente Alberto Fernández recibió en la Quinta de Olivos al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para analizar el aumento de casos de coronavirus en las últimas semanas, situación que los puso en alerta en el final del año.
Según explicaron desde presidencia, en el encuentro, que duró 25 minutos, evaluaron el aumento de casos que se vienen produciendo en los últimos días y coincidieron en un llamado a la población para que “extremen los cuidados”.
Además, los tres acordaron reunirse todas las semanas para poder seguir de cerca la situación sanitaria y los partes diarios de casos producto del Covid-19.. Volverán a una rutina de encuentros similar a la que tenían en el principio de la pandemia, cuando el coronavirus había copado la agenda.
La reunión buscó ser un mensaje en si mismo. Es una advertencia para la sociedad. Que la gente decodifique el mensaje como una señal de la preocupación que hay en los tres gobiernos por el aumento de casos y la falta de responsabilidad individual. Por ahora no habrá medidas restrictivas.
La preocupación de los tres gobiernos está relacionada a la posibilidad de una segunda ola de contagios, como ya sucedió en Estados Unidos y Europa, donde el número de infectados aumentó exponencialmente y las autoridades políticas y sanitarias tuvieron que aplicar medidas restrictivas nuevamente.
Desde hace dos semanas los ministros de salud de los tres gobiernos manifestaron públicamente su preocupación por el aumento de casos. Por eso salieron en conjunto a pedirle a la sociedad que extreme los cuidados para los festejos de navidad y fin de año. Con el pasar de los días los casos siguieron subiendo y por eso los tres gobernantes convinieron analizar qué hacer a partir de enero.
Ayer el ministerio de Salud confirmó 11.650 nuevos casos de COVID-19 y la cifra marcó un nuevo crecimiento en la tasa de contagios. Además, notificaron 151 muertes. En la provincia de Buenos Aires se registraron 4.417 casos y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fueron 996 casos. El contexto empeoró notablemente en los últimos 15 días. Las imágenes sobre lo que sucedió en los centros comerciales y los locales gastronómicos hablan por si solas. El comportamiento social se descontroló.
Alberto Fernández ya había mostrado preocupación por el crecimiento de casos de covid-19. Una semana atrás le había comentado a su círculo íntimo que veía un nivel de relajación preocupante en el comportamiento de la gente. Por eso en sus últimas exposiciones públicas repitió más de una vez la misma frase: “La pandemia no se terminó”.
En Casa Rosada saben que no hay demasiado margen para aplicar medidas restrictivas. Las que se lleven adelante deben ser focalizadas para que su cumplimiento pueda ser efectivo. La gente está agotada de las restricciones pero, al mismo tiempo, ingresó en un estado de relajación que las autoridades sanitarias percibieron hace tiempo.
“No estamos para cerrar nada por ahora, pero queremos dar una fuerte advertencia por el relajamiento general”, precisaron a Infobae desde la gobernación bonaerense. Además, aclararon: “Dependemos de los comportamientos sociales, el cumplimiento de los protocolos y los cuidados”. En la provincia de Buenos Aires, donde los casos llegaron a bajar hasta 1000 por día y hoy están en 4000, sostienen que en principio la idea es reforzar la comunicación y monitorear los contagios.
No hay conciencia social, no hay un cumplimiento efectivo de las normas que el Gobierno impuso como básicas en el inicio de la pandemia. Y la única forma de frenar ese comportamiento es tomando medidas. El desafío es encontrar el equilibrio para que sean efectivas en el plano sanitario y que la gente acepte cumplirlas. La cuarentena empezó el 19 de marzo y hubo ocho meses en los que se aplicaron distintos formatos de aislamiento. El pasado es un condicionamiento para el futuro.
En Balcarce 50 insisten con una idea. La llegada de la vacuna no modificó el escenario. Recién a mitad de año podría haber un nivel de vacunación importante que genere una inmunidad de rebaño. No se puede mezclar la expectativa con la realidad. Por eso el gobierno nacional intenta avanzar con rapidez en la gestión para que lleguen más vacunas. Mientras más rápido se vacune menos gente estará expuesta al virus. Sobre todo aquellos los grupos esenciales y los que forman parte de los grupos de riesgo.
Las autoridades sanitarias del país y los infectólogos que asesoran al Presidente venían anticipando que el aumento de contagios se estaba dado por un solo motivo: el comportamiento social. La multiplicación de las reuniones sociales, la falta de utilización de barbijos en las calles y el incumplimiento del distanciamiento social son los principales argumentos que explican el crecimiento de la curva de contagios.
El miércoles de la semana pasada el Gobierno informó restricciones para el ingreso de vuelos provenientes desde Italia, Dinamarca, Países Bajos y Australia. A partir del 25 de diciembre comenzaron a aplicarse nuevos requisitos para el ingreso y egreso de argentinos y residentes. y extranjeros, previamente autorizados por Migraciones. Esa decisión marcó la pauta de que la preocupación en el Gobierno iba creciendo cada día.
Fuente: Infobae
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