El intendente de la localidad de Tandil, MIguel Lunghi, hizo un balance del año, al mismo tiempo que recalcó el trabajo sanitario realizado en su municipio. Sin pelos en la lengua fustigó a las autoridades provinciales.
El intendente de la localidad de Tandil hizo un balance del año, al mismo tiempo que recalcó el trabajo sanitario realizado en su municipio. Sin pelos en la lengua fustigó a las autoridades provinciales.
En declaraciones que reproduce el matutino local "El Eco", el jefe comunal se mostró muy conforme con el desempeño del Sistema Integrado de Salud Pública y su articulación con el sector privado para gestionar la compleja situación epidemiológica, pero alertó que los contagios están subiendo y que el cuadro va a desmejorar, aunque en este momento el sistema de salud se halle descomprimido.
Al respecto, no dudó en asegurar que habrá restricciones y nuevas medidas, si es necesario, para mitigar los efectos del coronavirus en la comunidad tandilense. Y tampoco descartó volver a poner los puestos de control en los accesos para limitar la circulación de gente.
Por otro lado, aseguró que el bastión sanitario se pudo sostener gracias a las políticas públicas municipales en materia de salud, que permitieron llegar a este impensado escenario con ciertas fortalezas.
“El Estado provincial en salud no me ha mandado nada, el pueblo de Tandil lo ha bancado”, disparó, en tanto enunció que recibieron apenas alcohol en gel y algunos elementos de protección para el personal que trabaja en los hospitales y centros.
“Ya estaba todo armado por el Municipio porque he tenido una política de estado coherente. Agradezco al pueblo que me haya votado en cinco oportunidades y espero no haberlos defraudados”, se sinceró.
En declaraciones que reproduce el matutino local "El Eco", el jefe comunal se mostró muy conforme con el desempeño del Sistema Integrado de Salud Pública y su articulación con el sector privado para gestionar la compleja situación epidemiológica, pero alertó que los contagios están subiendo y que el cuadro va a desmejorar, aunque en este momento el sistema de salud se halle descomprimido.
Al respecto, no dudó en asegurar que habrá restricciones y nuevas medidas, si es necesario, para mitigar los efectos del coronavirus en la comunidad tandilense. Y tampoco descartó volver a poner los puestos de control en los accesos para limitar la circulación de gente.
Por otro lado, aseguró que el bastión sanitario se pudo sostener gracias a las políticas públicas municipales en materia de salud, que permitieron llegar a este impensado escenario con ciertas fortalezas.
“El Estado provincial en salud no me ha mandado nada, el pueblo de Tandil lo ha bancado”, disparó, en tanto enunció que recibieron apenas alcohol en gel y algunos elementos de protección para el personal que trabaja en los hospitales y centros.
“Ya estaba todo armado por el Municipio porque he tenido una política de estado coherente. Agradezco al pueblo que me haya votado en cinco oportunidades y espero no haberlos defraudados”, se sinceró.
Fuente: La Tercla
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