Ante el descaro con el que la oposición se empecina en intentar sabotear las medidas sanitarias tomadas por nuestro Presidente, quien basa sus decisiones en datos científicos y en la experiencia de otros países del Mundo, cercanos y lejanos, para permitirnos atravesar esta etapa de la mejor manera posible, es necesario difundir qué han hecho las sociedades vecinas, así como las europeas más organizadas y desarrolladas, ante contextos similares.
Tal como se difundió en el documento de Información internacional sobre la Pandemia, países como Francia, España, Italia y Portugal, al tener cifras de contagio similares a las que hoy tenemos en la Argentina, han establecido que sus clases escolares se dicten de forma virtual, a la vez que restringieron la circulación y permitieron que sólo trabajadores esenciales asistan de manera presencial a sus puestos, a la vez que países vecinos como Chile, Uruguay y Bolivia, adoptaron medidas similares, sumando cierres de fronteras, espectáculos culturales y actividades deportivas, lo cual en algunos casos no bastó para evitar el colapso sus sistemas de salud, y provocar con ello no sólo el aumento de muertes por COVID-19 sino también la imposibilidad de atender a pacientes con otros problemas médicos.
Y aún contando con estos datos, sabemos que tomar medidas para evitar el colapso también provoca malestar; nosotros sentimos ese mismo malestar al tener que tomarlas, porque no asumimos nuestros cargos para esto, sino que lo hicimos con la intención y el anhelo de reparar lo más rápido posible el daño provocado por las políticas del Macrismo, que sin pandemia ni restricciones nos endeudaron, abandonaron la salud, la educación pública e hicieron crecer la pobreza y el desempleo en cifras exorbitantes.
Y si bien todos queremos recuperar las libertades de una sociedad que no luche contra la pandemia, en este momento es nuestro deber cuidar a todos y a todas del virus, a los que nos apoyan y también a quienes aprovechan una crisis sanitaria mundial insólita para sacar rédito político a costas de la salud de los argentinos.
Considerando todo esto es que agradezco profundamente que Alberto sea quien comande nuestro país en este momento, y que no dude en tomar las medidas que salvan vidas, asumiendo sus responsabilidades haciéndolas cumplir.
Ese es el valor de un verdadero patriota, que antepone el bienestar del pueblo cuando sabe que con cada restricción que aplica salva vidas y se coloca a él mismo en el ojo de la tormenta mediática, impulsada por sectores que anteponen sus intereses empresariales manipulando a una parte de la población, y no dan tregua a la hora de denostar a quienes intentan salvarnos del colapso sanitario.
Y cuando salgamos de la pandemia, y veamos cómo evolucionaron los países cuyos mandatarios agacharon la cabeza ante intereses contrarios a los de su pueblo, y no tuvieron el valor de hacer lo necesario por miedo a reproches, estoy seguro que nosotros podremos menguar la tristeza por aquellos que perdimos, al tener la certeza de todas las vidas que salvamos confiando en nuestro Presidente y en medidas basadas en el conocimiento científico que se ha ido elaborando y aplicando a la par del transcurso y los descubrimientos acerca de esta nueva amenaza para la humanidad.
Por mi parte, como militante político, dirigente y funcionario Municipal, siento el deber y el orgullo de acompañar a nuestro Presidente en sus medidas, a los compañeros en nuestra militancia, y al Intendente Vuoto en las medidas que toma para controlar la circulación del virus en nuestra Ciudad, y permitirnos estar preparados para retomar las actividades económicas fundamentales para Ushuaia lo más rápido posible, y cristalizar la recuperación económica y el progreso de cada Ushuaiense con el empuje y el apoyo que sólo puede darle un Estado organizado y ocupado en los intereses genuinos del pueblo.
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