viernes, 18 de febrero de 2022

El presidente suizo dio positivo de Covid-19 justo el día que se levantan las restricciones


El presidente suizo, a su vez ministro de relaciones exteriores, Ignazio Cassis, uno de los 7 miembros del órgano colegiado elegido por el Parlamento para gobernar la Confederación Helvetica, dio positivo a un test de coronavirus, después de haber anunciado la suspensión de casi todas las medidas de lucha contra el Sars-Covid 2.

Los certificados de vacunación dejan de ser exigidos, salvo para acceder a instituciones de salud. Las máscaras allí también se mantienen y en los transportes públicos, disposiciones que se calcula expiraran el 31 de marzo próximo.

Sin embargo, cada uno de los 26 Cantones constitutivos del Estado, podrán volver a imponer restricciones frente a una situación excepcional, como podría ser la aparición de una nueva cepa del virus, que aconsejaría, por ejemplo, volver a replantear el uso de máscaras en colegios y escuelas, recientemente abandonadas.

El nuevo dispositivo libera a bares, restaurantes, gimnasios, piscinas, tiendas, supermercados, museos, discotecas, estadios, cines y teatros, de solicitar a sus clientes para acceder sus instalaciones un test que pruebe no estar infectado o un documento que certifique de haberse suministrado al menos las dos dosis de las vacunas que se aplican, Moderna y Pfizer-BieN/Tech. Una tercera dosis de refuerzo se encuentra muy expandida en el seno de la mayoría de los 8,6 millones de ciudadanos y residentes. Todas ellas generan certificados de validez por 9 meses. Al tiempo, se anuncia la llegada de nuevos medicamentos para las personas más vulnerables, como el molnupiravir, el paxlovid y los anticuerpos monoclonales.

Dejar pasar el Ómicron, la tentación suiza

A su vez, el teletrabajo deja de ser una recomendación de las autoridades. Queda en manos de las empresas y la administración pública, su eventual aplicación, en función de preservar la buena salud, al igual que llevar máscaras en oficinas, escuelas o colegios. Cesan los límites para la cantidad de participantes en las reuniones privadas, fiestas, entierros, bailes y asambleas. En dos años, Suiza ha gastado alrededor de 29.000 millones de dólares para enfrentar la pandemia. 12 mil personas han perdido la vida a raíz de la pandemia.

El signo determinante para aflojar la presión es la disminución sostenida de los afectados por el coronavirus en las salas de cuidados intensivos de los hospitales. Hoy son 635, un 21.7% de las camas disponibles, sobre un total 74% de ocupación, tomando además en cuenta los aquejados por otras enfermedades. Los contaminados por la variante Ómicron, imperante mayoritariamente en estos momentos en Suiza, deben aislarse por 5 días. Sin embargo, las personas que convivan con ellos, podrán seguir haciendo vida normal al exterior de sus domicilios. Tales disposiciones finalizaran también el 31 de de marzo próximo, en el entendido que la quinta ola del coronavirus, ahora en vías de extinción, es previsible que para entonces haya cesado.

En las fronteras con los países vecinos, Italia, Francia, Alemania y Austria, no se exigen tampoco certificados de vacunación para entrar a Suiza. En cambio, para viajar al extranjero, los suizos o residentes deben adaptarse a las exigencias de los países de destino, y llevar consigo los certificados de vacunación que se exijan. Suiza no es una excepción europea con estas noticias. Van en el mismo rumbo que las tendencias observadas en Suecia, Dinamarca, Noruega, Reino Unido y España, al igual que en la sede europea de la ONU en Ginebra y en los organismos internacionales del sistema de Naciones Unidas en esta ciudad.

(Ginebra, Juan Gasparini – Perfil)

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