domingo, 11 de febrero de 2024
Armas sutiles…
La producción del conocimiento está históricamente condicionada, ninguna producción cultural nace y se desarrolla con prescindencia de su contexto que, a modo de una matriz sociocultural, constituye la fuente donde se engendra y se desarrolla el pensamiento. El conocimiento no es algo existente en sí mismo ni puede desarrollarse escindido de las condiciones materiales de existencia. Un pensamiento desvinculado de lo real funciona en el vacío de la especulación desencarnada y abstracta.
La realidad es la base y el punto de partida de las ideas. El conocimiento es producto de condiciones históricas. El objeto influye sobre el sujeto, éste asimila y se modifica con esta influencia, pero a su vez, también actúa sobre el objeto. Estos son puntos de coincidencia para toda una amplia corriente de pensamiento contemporáneo. Las diferencias provienen cuando damos un paso más y nos planteamos de manera más específica, la articulación de la producción de conocimiento con la nace material de la sociedad, o bien la correlación entre el proceso social y el proceso mismo de las ciencias.
Por lo tanto, el conocimiento no se produce prescindiendo del contexto y cabe formular las siguientes preguntas:
¿Desde dónde se conoce? Esto incluye desde la biografía personal, la posición de clase, el lugar donde se vive, la institución desde la que se trabaja, la coyuntura política, la situación económica, etc.
¿Cómo se conoce? Es decir, desde que conceptos ideológicos se aborda la realidad.
¿Con qué se conoce? Qué instrumentos o procedimientos operativos se van a utilizar para abordar la realidad que es motivo de estudio.
¿Para qué se conoce? El conocer no es neutro en su intencionalidad, siempre se conoce para algo. Aquí no entendemos la intención como acto de entendimiento dirigido al conocimiento de un objeto sino la intención en cuanto finalidad del conocer. ¿para qué se conoce?, cuestión que no se agota con sólo indicar la finalidad de ese conocer, sino el para qué alcanza también la cuestión, a quién sirve el conocimiento.
El ambiente de la vida cotidiana penetra en la conciencia y en el pensamiento del individuo. Esto proporciona una serie de saberes que se denomina conocimiento vulgar. Es el modo común, corriente y espontáneo de conocer: “es el que se adquiere en el trato directo con los hombres y con las cosas, es ese saber que llena nuestra vida diaria y que se posee sin haberlo buscado o estudiado, sin aplicar un método y sin haber reflexionado sobre algo” dijo José Babini. Se caracteriza por ser superficial, subjetivo, no sistemático y acrítico.
Por otro lado, para la persona que “naturalmente desea saber” como decía Aristóteles, no basta la captación de lo externo ni el sentido común, porque existen fenómenos que no se captan en el solo nivel perceptivo. Es preciso superar la inmediatez de la certeza sensorial del conocimiento vulgar y espontáneo de la vida cotidiana, ir más allá del conocimiento ordinario. Este salto, -que no supone una discontinuidad radical en lo que hace a la naturaleza, pero sí en cuanto al método- conduce al conocimiento científico.
La diferencia reside, fundamentalmente, en que el saber científico se obtiene mediante procedimientos metódicos con pretensión de validez, utilizando la reflexión, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada por la cual se delimitan los objetos y se previenen los medios de indagación.
Por lo tanto, los conocimientos o contenidos deben ser transmitidos a través de un vocabulario que le es propio y que debe responder a todas las exigencias de la claridad y la precisión.
La Universidad Nacional
Por otra parte, describir las características y las circunstancias que rodearon la implementación de los planes de estudio en las distintas Universidades Nacionales y en especial las de periodismo, subraya la intención de observar cómo repercutió el kirchnerismo en el campo del saber comunicacional que tenía por escenario el espacio universitario.
El estudio de los procesos que facilitaron la elaboración de los planes de estudio lleva a situar la atención en momentos de fuerte impregnación política y de búsqueda en el orden teórico-conceptual. Durante el kirchnerismo se vive la exaltación de diversos proyectos sociales y se agitan ideas que proponen rehacer todo a la luz de estallidos izquierdistas que se daban en distintos países latinoamericanos.
En esta coyuntura lo relativo al proceso de determinación curricular remite al contexto social, donde diversos sujetos ponen en práctica mecanismos de lucha, negociación e imposición con el fin de determinar el programa, de acuerdo a sus propios intereses.
La tradicional política universitaria cambió de forma y sentido, donde era posible combinar lo académico con la militancia y el compromiso con un distanciamiento de lo crítico. De esta forma se eliminó lo mejor del pensamiento crítico y lo lanzó a una actividad subordinada a lo político, al punto que las universidades, descalificadas desde la perspectiva académica, se convirtieron en centros de reclutamiento.
Una breve síntesis
Nos remontamos a la asunción de Cámpora-Solano Lima en 1973, en ese entonces, el Ministro de Educación de la Nación, Jorge Taiana, produjo distintas transformaciones en las universidades con el objetivo de adecuarlas al proyecto de reconstrucción nacional y dispuso que grupos estudiantiles desarrollaran actividades sociales y cooperativas hacia la comunidad. Bajo el lema “Universidad al servicio del Pueblo” había que encaminar las acciones para su concreción.
Mientras tanto, y como sucedió en todas las universidades nacionales, dejaba cesantes a todos los docentes que no estaban identificados con la doctrina peronista. Predominaban los actos políticos sobre las ideas y sobre las prácticas de tipo académico. La práctica política condiciona la manera de pensar, leer los textos y de actuar.
La acción del intelectual significaba la militancia volcada a lo popular y la Revolución. Había una fuerte politización y las organizaciones de izquierda con sus respectivos brazos armados como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, las Artes o las Culturas, está gobernado por aquellos que sólo tienen algo que perder con la difusión del saber”, dijo Italo Calviño
El modelo “Universidad al servicio del Pueblo” no prosperó cuando Perón notó el avance de la izquierda y solicitó la renuncia de Cámpora. Tras las elecciones de 1973, reemplazó a Taiana por Ivanissevich provocando un giro en la política universitaria.
Tras el fallecimiento de Perón, asume María Estela de Perón. Durante su gestión la situación política y económica del país empeoró y comenzó a funcionar la Triple A con López Rega. Las crisis de autoridad, las luchas facciosas, la crisis económica y la muerte presente en la vida cotidiana, fueron creando las condiciones para un golpe de Estado cívico-militar que se concretó el 24 de marzo de 1976.
Una vez en el poder los militares impusieron un nuevo modelo de país y cargando una Dictadura con toda la fuerza semántica que le corresponde, articularon políticas neoliberales frenando el avance del movimiento obrero, atentando contra toda forma de organización y participación social.
En cuanto a la educación señalaban: “lograr el reordenamiento institucional académico de las Universidades y de los niveles secundario, técnico y primario prometiendo igualdad de oportunidades para estudiar y perfeccionarse en todos los niveles. No se permitirá el desorden, la demagogia, la prédica de ideologías disolventes o el dispendio de recursos humanos y materiales”. La Universidad fue concebida como uno de los lugares de infiltración ideológica.
Regreso a la Democracia
Hasta la década del 90 los padres cuestionaban a sus hijos por los malos resultados de sus estudios. Después, los padres pasaron a cuestionar a los docentes por el desempeño de sus hijos. El peronismo en general y el kirchnerismo en particular, han dado por tierra con la meritocracia y lo han realizado abiertamente desde la televisión. Adriana Puiggrós, -Viceministra de Educación del kirchnerismo- doctora en Pedagogía con una abundante producción escrita sobre temáticas educativas, consideró que "evaluar no es un elemento de la enseñanza" sino "un instrumento de control y de selección y está pensado desde una lógica empresarial" que busca "reducir cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática".
En síntesis, el declive de la educación comenzó en el gobierno de Perón, y luego con Carlos Menem, durante la gestión de Susana Decibe, a la que siguió Daniel Filmus. Luego continuó Alberto Sileoni designado viceministro de Educación en junio de 2003, con el ministro Daniel Filmus que implementó el plan FinEs, denominado por los especialistas como "estafa pedagógica". Luego siguieron Nicolás Trotta, y Jaime Perczyk continuador de la línea Filmus-Sileoni. Los resultados marcan que la educación ha ido en franco deterioro, a pesar de que todos ellos, muestran sus estadísticas con excelentes resultados, lo cierto es que siempre nivelaron hacia abajo y nadie nunca les ha pedido explicaciones…
Al igual que las 17 universidades inauguradas durante el gobierno de Cristina Fernández Vda de Kirchner, junto a escuelas primarias y secundarias, se convirtieron en centros de militancia y adoctrinamiento como pudo advertirse recientemente en un video protagonizado por la docente Laura Radetich, defendida, no sólo por el expresidente Alberto Fernández, sino también por sindicalistas afines al kirchnerismo que se niegan a que los docentes sean evaluados.
Este y otros ejemplos protagonizados por “docentes” en las pantallas de la Televisión Pública y en las redes sociales mostraron a “trabajadores de la educación” en la escuela pública naufragando en un mar de disparates, donde no sólo se escribía con horrores ortográficos o se resolvían mal pequeños cálculos matemáticos, sino que, además, -en la TVPública bajo la dirección de Rosario Lufrano- se pretendió enseñar el Martín Fierro con lenguaje inclusivo y se ha llegado a ver, la imagen de Manuel Belgrano “confundida” por alguna docente con la de José de San Martín…
La realidad nos golpea con que hoy existen chicos de 10 años que no saben leer ni escribir, incluso muchos de sus padres no finalizaron sus estudios. Alumnos de escuelas secundarias que no interpretan textos y estudiantes universitarios que no pueden resolver cálculos matemáticos simples.
Las “décadas ganadas”, -instalada por la máquina de la propaganda peronista- produjo en 20 años, padres con poca instrucción, incapaces de analizar lo que sucede, que se dejan llevar por opiniones de terceros, sin una formación de pensamiento crítico propia, que en definitiva repercute, también, en la educación de sus hijos. El niño es la primera víctima para un futuro cercano.
“El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes”, aseguraba Robespierre.
Insisto: ¿No merecerían todos estos funcionarios, un Juicio Político por mal desempeño de sus funciones al dejar generaciones desamparadas en la ignorancia?
Todo es parte de un plan
Mientras tanto, muchos de los dirigentes kirchneristas confesos marxistas-leninistas-maoístas y trotskistas (Socialismo del siglo XXI) creen en la razón de la ciencia y, para hacerla triunfar, no se fían de los individuos, sino del crecimiento de las masas. Las opciones libres, según su óptica, son imposibles en tanto que los hombres no hayan sido liberados de las coacciones económicas que pesan sobre ellos.
Si el único motor de la historia es la lucha de clases, resulta evidente que los poseedores de la información no la utilizan más que para la explotación de la que ellos son beneficiarios.
En primer lugar, la clase obrera detenta por definición el poder en la sociedad socialista y, para mantenerse en el poder, tiene que controlar los medios de producción intelectual, (cine, teatro, radio, televisión, redes sociales, incluyendo el periodismo, el libro, la música y las demás artes). Por lo tanto, todos los medios de comunicación deben estar bajo el control de los órganos de la clase dirigente.
En segundo lugar, las sociedades socialistas (comunistas) aspiran a ser sociedades sin clases y, por lo tanto, sin luchas de clases. De ahí que la prensa no tenga por qué estar organizada en función de los enfrentamientos políticos.
En tercer lugar, la prensa tiene un papel positivo que desempeñar en la formación de la sociedad y en el proceso hacia el comunismo, lo que quiere decir que cumple cierto número de funciones importantes en la socialización, el control social y la movilización en favor de metas económicas y sociales planificadas.
Todo esto reduce el ámbito de la interpretación personal y establece una escala de valores periodísticos por lo que -todos los medios de comunicación- pasan a ser instrumentos al servicio de la causa.
El “relato” oficial, basado en las cadenas ideológicas para fijar acciones, vocabularios y sentidos en los lenguajes, han tenido y tiene una particular y específica tracción tanto política, como en acción jurídica. Todos los días somos víctimas de una “guerrilla informativa” (mentiras, relato, noticias falsas, obsecuencia, y distracción, como el reciente “MANUAL DE LA RESISTENCIA” distribuido por el Instituto Patria, conocido a través de las redes, “para que este gobierno llegue a su final lo más pronto posible” con una serie de acciones en la vía pública y las redes para referirse al gobierno de Miley como “EL REGIMEN”- donde todos obedientes responden a sus amos). Estos acontecimientos, de los cuales el ciudadano no se da cuenta o prefiere hacerse el distraído, muestran como nuestra sociedad, se ven amenazada -silenciosa y sistemáticamente- día a día por el desencanto y el desmembramiento propuesto desde sectores antidemocráticos.
Recientes investigaciones, demostraron que para “mantener el relato”, durante el gobierno kirchnerista se gastaron decenas de millones de dólares por año en contratos publicitarios, cuando ese dinero bien podría haber sido utilizado en necesidades más urgentes como educación, salud, vías de comunicación, tecnologías, desarrollo de industrias, etc
Privilegios
Recordemos la injustificada pauta oficial al diario Página 12, o las asignaciones publicitarias, excesivamente generosas a una variedad de medios en la provincia de Santa Cruz propiedad de Rudy Ulloa, ex chofer de Néstor Kirchner. También recordemos a Víctor Santa María, presidente del PJ porteño, líder del SUTERH, y del Grupo Octubre, tiene 15 medios entre radios, canales de TV, revistas, diarios, portales y plataformas de streaming. Algo similar al Grupo América, propiedad de Daniel Vila y José Luis Manzano a quién el ex Ministro de Economía, Sergio Massa le adjudicó la empresa Edenor o al Grupo Indalo de Cristóbal López y Fabián De Souza, con decena de medios. No olvidemos a Roberto Navarro, el empresario del portal El Destape y ahora radio El Mundo. También El Cohete a la Luna, de Horacio Verbitsky, recibendo una importante pauta publicitaria oficial. La adjudicación de la frecuencia de la AM1570 a la cooperativa Radio Rebelde, que preside Luis D'Elía. El Grupo Olmos, Crónica y otros medios. Los medios estatales, Canal 7, AM Nacional, con 49 emisoras, Agencia Télam, FM Folklórica, FM Rock, Televisión Digital Argentina, Encuentro, entre otros… Y los “mediáticos” personajes a los que la gente ve y escucha -cada vez menos- porque ya mucha gente no les cree nada.
Ahora bien, como en un sistema democrático, todos los medios no pueden ser de propiedad del oficialismo, se “compran” voluntades en los que son de iniciativa privada, o se crean medios sostenidos a través de la pauta oficial o sobres a determinados “periodistas” o conductores que aportan una “mirada” según las necesidades del auspiciante…
El uso indebido de la publicidad oficial condiciona contenidos. Numerosos casos, a nivel nacional, provincial y municipal, utilizan la publicidad oficial para influir sobre lo que se difunde o se calla en los distintos medios. Sin ir más lejos y a modo de ejemplo ahora se sabe que Martin Llaryora tiene un presupuesto de 27.000. millones de pesos en pauta oficial, pero también existen los sobres sin registro contable que muchos gobernadores e intendentes tienen institucionalizados.
La función del periodismo consiste en mantener una actitud alerta ante la realidad, interpretarla con sentido crítico y promover este criterio entre la gente. ¿Cuándo el periodismo ejerce esa función?:
- Cuando revela actos de corrupción.
- Cuando destaca avances en la ciencia y la tecnología
- Cuando da a conocer violaciones a los derechos humanos.
- Cuando resalta valores humanos.
- Cuando difunde datos sobre la pobreza.
- Cuando destaca iniciativas que favorecen a la sociedad.
- Cuando informa sobre actos delictivos.
- Cuando se forjan utopías
- Cuando muestra actos de protestas populares.
- Cuando analiza acciones de gobierno.
- Cuando descarta los excesos de frivolidad, superficialidad y tremendismo.
- Cuando expone desigualdades.
- Cuando entiende que no puede ser especialista en todas las materias.
Estas cuestiones plantean claramente la manera en que el periodismo utiliza la acción de informar, que le corresponde por naturaleza, como un poder que examina la realidad y la exhibe para que sea modificada. La actitud del Periodista forma parte de su Ética profesional. Él asume su compromiso ante sí mismo y ante la sociedad al ejercer el periodismo en forma profesional.
La mentira, el chisme, el rumor no son noticias. Si el periodista miente reniega de su compromiso Ético y de la Profesión. A largo plazo siempre ganará la verdad. Tal vez el periodista pueda pensar en que su trabajo ha fracasado al suministrar material para la historia, pero la historia no fracasará mientras él esté con la verdad. La Ética es la moral de la conciencia y lo hará intentar entender las motivaciones de todos los implicados en una situación.
No era magia, es realidad. “El vamos por todo” fue una metáfora lanzada –por la entonces presidenta de la Nación Cristina Fernández Vda. de Kirchner –precisamente en Rosario el 27 de febrero de 2012- que muy pocos comprendieron y que nos ha llevado a lo que hoy nos espanta…
El propósito de esta crónica es posibilitar nuevas reflexiones y proyectos de indagación sobre la formación de los periodistas, comunicadores, como también de otras profesiones que puedan ayudar a construir un compendio de leyes y reglas para conducir a una comunidad de personas por las buenas costumbres. Seguramente, especialistas e investigadores, podrán profundizar más, con mayores argumentos, aportando documentos y testimonios en el tema, en el conocimiento del campo de la comunicación social, y también podría ser el punto inicial para adaptar al siglo XXI, todo lo relacionado con el campo educativo en relación a la enseñanza primaria, secundaria, terciaria y superior en general.
Esta lucha es como una noche larga y triste. Pero opongamos a la noche un esforzado desvelo y si la aurora nos encuentra despiertos, habremos vencido.
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