sábado, 28 de enero de 2012

Hasta siempre Caudillo de San Juan, Dr. Alfredo Avelin

Fue el único gobernador de la Argentina que se negó a firmar los “14 puntos” exigidos por el Fondo Monetario Internacional (derogación de la ley de Subversión económica, ley de quiebra) resistiéndo las políticas neoliberales de ajuste a los sectores más desprotegidos, en defensa del patrimonio de la provincia vetó la ley de regalías mineras y como senador nacional se opuso a la entrega de los hielos continentales.
La tapa del Diario de Cuyo, de su querida San Juan, con la última foto que el diario le sacó hace 30 días durante su reportaje póstumo.


La cureña en que fue trasladado su cuerpo, con guardia de honor de los cadetes de la policía provincial.


Los aplausos acompañaron todo el recorrido por la ciudad.


Una multitud despidió al Dr. Alfredo Avelin.
El cortejo fúnebre, que partió desde la sede de la Cruzada Renovadora, pasó por la casa del ex gobernador y finalizó en el Cementerio de la Capital, donde se realizaron las exequias.
Aplausos, llantos y manifestaciones de afecto fueron el común denominador en el sepelio del ex gobernador de la provincia Alfredo Avelín. A las 19 comenzó el recorrió el cortejo fúnebre, partiendo de la sede de la Cruzada Renovadora hacia el cementerio de La Capital, haciendo una parada simbólica en la casa del dirigente, en calle Córdoba.
Con todos los honores fue recibió en el cementerio capitalino, donde o esperaba una gran cantidad de simpatizantes, familiares, políticos y amigos. Por el gobierno provincial estuvieron el Vicegobernador Sergio Uñac, el Ministro de Gobierno Adrián Cuevas, el senador nacional Ruperto Godoy y el intendente de la Capital Marcelo Lima. Referentes del radicalismo, bloquismo y justicialismo entre otros, estaban también presentes.
Monseñor Alfonso Delgado ofició el responso, recordó sus vivencias con Avelín y destacó los principios que tuvo el último caudillo cruzadista.
Por último Alfredo Avelin Nollens, hijo de ex mandatario, fue el único que hizo uso de la palabra, ver nota relacionada. Luego de ello, los restos fueron llevados a la mausoleo familiar, donde descasarán eternamente.
Otra crónica de la información:

Con un aluvión de aplausos, desde la histórica sede de la Cruzada Renovadora en la calle Tucumán, hasta el panteón familiar en el Cementerio de la Capital, así fue la despedida al caudillo político que ayer fue sepultado con los honores de un ex Gobernador.
El cortejo fúnebre, que había partido minutos después de las 19 desde la sede partidaria, pasó primero por la casa de Don Alfredo, en la avenida Córdoba, antes de llegar al Cementerio, donde una guardia de honor de cadetes de la Policía de San Juan y la Banda de Música, aguardaban para la despedida.
Numerosos amigos, militantes de la Cruzada y dirigentes políticos concurrieron al sepelio del dirigente extinto. Y en representación del Ejecutivo provincial estuvo el vicegobernador Sergio Uñac, acompañado por el ministro de Gobierno, Adrián Cuevas, y el intendente de la Capital, Marcelo Lima.
El obispo, monseñor Alfonso Delgado, rezó un responso acompañado por el padre Eduardo Gutiérrez, en el que dijo que 'venimos a despedir a Don Alfredo con todo afecto' y recordó que cuando él llegó a San Juan el Gobernador era Avelín. 'Le tocaron momentos muy difíciles de la vida institucional del país', sostuvo.
En nombre de la familia, el hijo mayor, Alfredo Avelín Nolléns, reseñó algunos puntos de la vida política de su padre y destacó que 'mi padre nos pidió que lo veláramos en el partido, que era su segunda casa, y con el guardapolvo de médico'.
'Estudió medicina, porque su madre se lo pidió, para atender a los más pobres', mencionó y dio a conocer que uno de los últimos deseos del ex mandatario fue terminar su libro, titulado 'Argentina, no queremos perderte'. 'Y lo terminó, dos días antes de morir', dijo Avelín Nolléns.
La intención de la familia es publicar el libro, que se sumará a varios ya escritos por el destacado político.
Por último tuvo palabras de reconocimiento para dos amigos entrañables de su padre, Agustín Pujador, quien fue diputado provincial, y Eduardo Nein, un estrecho colaborador de Don Alfredo.
Después, con la guardia de honor de la Policía, y con los sones de una marcha fúnebre de la Banda de Música, el ataúd del caudillo montado en una cureña fue trasladado hasta su última morada, el panteón familiar donde ya descansan los restos de su esposa, Doña Barbarita Nolléns. El mausoleo está construido con referencia a una de las principales banderas que levantó Don Alfredo, la defensa de los hielos continentales (ver página 6).
Allí otra vez sonaron los aplausos y hasta un 'viva la memoria de Don Alfredo Avelín' se escuchó entre la multitud que se había dado cita para despedir al destacado dirigente político sanjuanino.
Los más emocionados fueron los hijos de Don Alfredo, Alfredo, Nancy, Ruth y Lucía, y sus nietos.
Luego de una oración rezada por los presentes, su hijo, Alfredo Avelín Nolléns dio un 'gracias a todos' por su participación.
Fuente: Claudio Leiva y Walter Ríos - Diario De Cuyo

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