miércoles, 21 de mayo de 2014

"Prefiero estar preso a vivir de rodillas" dijo Suárez, quien será indagado hoy

Juan Pablo Suárez, acusado en Santiago del Estero por "sedición" e "incitar a la violencia colectiva", recibió el respaldo de la oposición, que se comprometió a trabajar para derogar la polémica norma. Entre otros participaron los senadores Ernesto Sanz y Norma Morandini, los diputados Elisa Carrió, Néstor Pitrola, Patricia Bullrich, Graciela Camaño y Laura Alonso. Estaban también presentes periodistas de casi todos los medios porteños.
Habían pasado 12 minutos de las 16 cuando se levantaba la audiencia en el Senado en la que representantes de todas las fuerzas de oposición dieron su apoyo a Juan Pablo Suárez, el santiagueño que podría convertirse en el primer periodista en ser juzgado por la controvertida Ley Antiterrorista. Entonces la diputada Patricia Bullrich tomó el micrófono: "Un momento, nos acaban de avisar que la indagatoria se adelantó del jueves para mañana". Lo que siguió fue una suerte de comité de crisis improvisado, un tumulto en el que el acusado, colegas suyos, legisladores y abogados evaluaban las opciones y repetían una y otra vez "no puede ser". Laura Alonso, organizadora de la audiencia, pedía a sus colaboradores que indaguen sobre la disposición judicial; Norma Morandini escuchaba una propuesta para que se firme una nota institucional que pueda justificar la inasistencia; Néstor Pitrola buscaba desesperado un experto en materia penal. Y Suárez repartía su atención entre ese debate y la preocupación que, a apenas unos metros, rebozaba el rostro de su esposa, Judith Sandra Wede. "Sobre la marcha acaban de adelantar la indagatoria. Debería estar en Santiago del Estero, por lo que me vendría a buscar la fuerza pública para llevarme, aunque el Senado me haya convocado", explicó el director del sitio Última Hora a Infobae. "Esto agrava aún más lo que vengo sosteniendo, que es que vienen por nosotros". Una hora antes Suárez relataba en el Salón Azul de la Cámara alta –cuyo presidente provisional es Gerardo Zamora, a quien el periodista y la oposición atribuyen la "persecución"– cómo fue detenido y sus oficinas allanadas a raíz de la cobertura que hizo el 9 de diciembre de la detención de un agente de la policía provincial –Nelson Villagrán– que intentaba encadenarse en la plaza central para reclamar por su salario. "Estuve 10 días en un calabozo de 1 metro por 1,5 con otras cinco personas", recordó.

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