El intendente de Esteban Echeverría sigue molesto por el trato que recibe en el oficialismo y anticipa que su esposa, senadora, no será un voto automático para el oficialismo.
“No hay nada que festejar”. Con ese argumento, Fernando Gray se ausentó de las reuniones multitudinarias de intendentes del Frente de Todos con el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof. Mientras pelea casi en soledad para que Máximo Kirchner no asuma la presidencia del Partido Justicialista Bonaerense (puja que lo hizo alejar del espacio sin sacar completamente los pies del plato), el intendente de Esteban Echeverría anticipa por lo bajo que también jugará fuerte en la nueva composición legislativa.Su esposa, Magdalega Goris, ocupa hasta 2023 una de las 23 bancas con las que contará el Frente de Todos desde el 10 de diciembre en la Cámara de Senadores. Como se sabe la distribución de fuerzas tras las legislativas del 14 de noviembre quedó empardada en el Senado, y cualquier deslizamiento cambia rotundamente el panorama.
Con 23 escaños para el FdT y 23 para Juntos, ninguno alcanza el quórum propio y necesita de al menos una voluntad del otro lado para llevar adelante una sesión. En un límite tan delgado los acuerdos tanto hacia dentro como hacia fuera son imprescindibles.
Desde Esteban Echeverría aseguran que Goris no tiene pensado dejar el bloque oficialista y hacer una bancada unipersonal, pero aclararon que jugará para los intereses del distrito y dejaron entrever que la legisladora y su esposo no se atarán a obediencia debida dentro del bloque si hay cuestiones que no comparten a la hora de la votación de una ley.
Gray espera una charla mano a mano con el Gobernador para aclarar varios tantos, y negociar políticas para el municipio que comanda. Tiene, como muchos otros, una carta solitaria pero muy fuerte. Sin esa carta no hay juego posible en una mesa donde cada baraja vale por si sola el peso de todo el mazo.
Fuente: La Tecla
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