La medida según los economistas “responde a la escasez de reservas de la entidad monetaria y se advierte la caída de liquidez de la entidad monetaria”, en otras palabras “la dramática falta de dólares del Banco Central”. Sic
“Somos jóvenes de clase media cansados de que el gobierno decida por nosotros, en qué moneda ahorrar o dónde podemos vacacionar, somos laburantes que decidimos en qué gastar, pero el gobierno se está metiendo en nuestras decisiones personales”, expresó Iván Velasco, de Halcones del PRO. Este avance en las libertades individuales para los jóvenes implica “querer irse del país porque tienen menos posibilidades acá, la clase media vive para pagar los impuestos para luego subsidiar el helicóptero de Alberto y Dylan o pagarle la jubilación de privilegio de Cristina Fernández".
Ante el interrogante ¿Cuál sería el plan económico a futuro?, Velasco opina que “estas restricciones son manotazos de ahogado, el gobierno de AF nunca tuvo un plan y no tiene otra salida, no hay reservas y tendrá que sacarle a la clase media”. Respecto a la desmentida de un posible corralito, expresa “las medidas económicas inevitablemente no se refleja en creación de empleo, sino que disminuye el consumo, la moneda pierde valor, no entran dólares, caen las exportaciones, mostrando una realidad cada vez peor”
Como una posible solución sería “dejar las medidas cortoplacistas que debilitan económicamente a la clase media y generar trabajo genuino, empleo privado, reducción de impuestos y cargas impositivas que generarán más incentivos a los comercios, industrias y al agro”, sintetiza Velasco.
En relación a los salarios, “la cuestión de fondo del cepo a la financiación en cuotas es que el salario se devalúa, la inflación se come el salario real, por eso es imposible para la clase media tener que salir de vacaciones”, explica Abril Fernández Soto, de Republicanos Unidos. Y resalta que “tampoco queremos escuchar los comentarios cínicos de Matías Tombolini, vicepresidente del Central cuando los dirigentes pueden pagar al contado”.
Esta medida impacta sobre “la clase media, es una medida anti pueblo, justamente ellos que dicen defender a los trabajadores y esto nos afecta directamente a nosotros, tan ilógico como pagar un corte de pelo en 12 cuotas y tener que pagar unas vacaciones al contado”, ironiza Soto.
Respecto a que el PRO (según el oficialismo) impulsa la idea de un “corralito” responde Soto que “es una alerta, ya tenemos un cepo cambiario y no solo es una medida que afecta las libertades de los ciudadanos sino además agrava la crisis y castiga a la industria turística que no pudo trabajar durante la cuarentena”.
Por Alejandra Passarelli
Como una posible solución sería “dejar las medidas cortoplacistas que debilitan económicamente a la clase media y generar trabajo genuino, empleo privado, reducción de impuestos y cargas impositivas que generarán más incentivos a los comercios, industrias y al agro”, sintetiza Velasco.
En relación a los salarios, “la cuestión de fondo del cepo a la financiación en cuotas es que el salario se devalúa, la inflación se come el salario real, por eso es imposible para la clase media tener que salir de vacaciones”, explica Abril Fernández Soto, de Republicanos Unidos. Y resalta que “tampoco queremos escuchar los comentarios cínicos de Matías Tombolini, vicepresidente del Central cuando los dirigentes pueden pagar al contado”.
Esta medida impacta sobre “la clase media, es una medida anti pueblo, justamente ellos que dicen defender a los trabajadores y esto nos afecta directamente a nosotros, tan ilógico como pagar un corte de pelo en 12 cuotas y tener que pagar unas vacaciones al contado”, ironiza Soto.
Respecto a que el PRO (según el oficialismo) impulsa la idea de un “corralito” responde Soto que “es una alerta, ya tenemos un cepo cambiario y no solo es una medida que afecta las libertades de los ciudadanos sino además agrava la crisis y castiga a la industria turística que no pudo trabajar durante la cuarentena”.
Por Alejandra Passarelli
No hay comentarios.:
Publicar un comentario