El escritor e historiador argentino Marcelo Gullo sufrió el pasado martes 7 de febrero un ataque violento mientras recorría las calles de Rosario, Argentina, en su bicicleta. Durante la agresión varios individuos le dieron una paliza y le robaron el teléfono y la bicicleta.
Gullo terminó con una muñeca rota, la mano izquierda fracturada, con golpes en la rodilla y con varios cortes e impactos en la cara.
Agresión a Marcelo Gullo
¿Fue agredido a conciencia o solo fue acechado por unos simples delincuentes? Una vez cumplido el objetivo de robar, los ladrones simplemente suelen desaparecer. Pero en este caso, los vándalos se ensañaron con su víctima de una manera obsesiva y extremadamente violenta.
El escritor, una vez mejoró su estado, publicó lo sucedido en su cuenta de Twitter al salir del hospital.
Después de la paliza, los delincuentes amenazaron a Gullo a punta de pistola mientras reían y decían: «¡Te mandan saludos tus amigos!». Pero ¿qué amigos? Tal vez todos aquellos negrolegendarios que no están dispuestos a tolerar el éxito del autor después de sus dos grandes obras, convertidas en best sellers: Nada por lo que pedir perdón y Madre Patria.
El politólogo argentino mediante sus obras, dedica su vida y todo su empeño en desarmar la leyenda negra antiespañola o, como él la llama, el pensamiento negrolegendario.
Dos obras en las que Marcelo Gullo rebate y defiende, apoyándose en datos históricos, los engaños y argumentos que la leyenda negra lleva promoviendo desde hace años.
Considerada como un arma política en el siglo XVI, consistía en la difusión de propaganda contra el imperio español, contra su cultura y contra su gente. Sus raíces comenzaron en Europa, donde las potencias de la época buscaban minimizar los avances españoles, sobre todo tras el descubrimiento de América.
Con el paso de los años y el desarrollo de las colonias, la leyenda negra también irrumpió en Hispanoamérica.
A las dos obras de Marcelo Gullo hay que destacar su participación en la película documental España, la primera globalización. Gracias a todo ello, el escritor e historiador argentino se ha convertido ya en un fenómeno social, político y cultural en Latinoamérica.
Sus detractores, faltos de argumentos, no han tenido más opción que acudir a la amenaza y la extorsión para intentar silenciar al escritor.
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