El diputado Carlos Fernández, junto a sus pares en la Comisión de Defensa, Dolores Martínez, Alberto Asseff, Juan Aicega, Sebastián Salvador, Julio Sahad, Hernán Berisso, Jorge Vara y Gonzalo Del Cerro, emitieron un comunicado ante la reducción de un 18,5% del presupuesto en 2022.
Por Edgardo Aguilera El presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Carlos Fernández (UCR) encabezó una jornada de debate sobre el presupuesto de Defensa para 2022.En dos días de trabajo con una asistencia de más de 70 personas entre académicos, senadores, diputados, exfuncionarios del macrismo y militares retirados se analizaron las partidas asignadas a la Defensa nacional para 2022. Se puso en el papel un cúmulo de observaciones basadas en porcentajes históricos y actuales de la participación de defensa en el gasto público. La conclusión para los números previstos en 2022 no podía ser otra, lo ha sido así desde 1983 a la fecha. Ajuste y recorte en el presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas, que “pone en peligro el control de la soberanía nacional, al dejar desprotegido al país frente a la constante depredación del Mar Argentino y a la entrada de aviones ilegales con drogas y contrabando por la frontera norte”, dice el comunicado que emitió el diputado Fernández junto a sus pares en la Comisión de Defensa, Dolores Martínez, Alberto Asseff, Juan Aicega, Sebastián Salvador, Julio Sahad, Hernán Berisso, Jorge Vara y Gonzalo Del Cerro.
“En 2022, los recursos se reducirán un 18,5% en términos reales”, resalta el texto. Había oyentes de peso en la materia, el exministro Horacio Jaunarena, precursor histórico de una ley que preveía asignaciones porcentuales consecutivas para la reestructuración y equipamiento de las fuerzas que nunca vio los fondos, el general Claudio Pasqualini, exjefe del Ejército; Fulvio Pompeo, exsecretario de Asuntos Estratégicos; y Paola Di Chiaro, exviceministra de Defensa y directora de la Fundación Argentina Global, además del contralmirante retirado Máximo Pérez León Barreto, exsubsecretario de Planeamiento Estratégico. Fernández, diputado radical tandilense, organizador del evento no convocó a un sector clave en la temática del debate; los industriales que participan en la producción para la defensa. Omisión que privó a la audiencia de conocer de primera mano las penurias de las pymes especializadas del sector ante los vaivenes del manejo presupuestario y la persistente decisión de compre extranjero sin evaluar la capacidad de los proveedores nacionales. Los legisladores concluyeron que la partida destinada en 2022 al Ministerio de Defensa, a cargo de Jorge Taiana, “entierra cualquier tipo de expectativa de reconstrucción del instrumento militar, menos aún para el desarrollo de una mayor capacidad de disuasión y de control soberano del territorio”. Durante la exposición se mencionó que, “para patrullar el mar (y controlar la pesca ilegal), el gobierno le asigna a toda la Armada Argentina un total de 50 días de navegación a sus buques. Esto implica que en 2022 en 6 de cada 7 días no habrá ningún barco de la Armada patrullando en todo el mar argentino. Con este presupuesto no es posible custodiar los 6.683.000 km2 que representan los espacios marítimos argentinos continentales”. Se aprovechó para recalcar que el país adquirió a Francia 4 patrulleros oceánicos para misiones de vigilancia y control del mar “que navegaran menos de 20 días al año cada uno”. La apreciación de los diputados opositores deja en el camino una frase del subsecretario de Pesca de la Nación, Carlos Liberman, “si entran, los vamos a ir buscar y los vamos a sancionar con multas enormes”, decía respecto a la flota extranjera de pesqueros que capturan calamar ingresando a la Zona Económica Exclusiva del Atlántico sur (ZEE). En el análisis los legisladores evaluaron que a pesar de la inclusión del FONDEF, la norma que impulsó Agustín Rossi, el Fondo Nacional de la Defensa con un porcentaje progresivo de los ingresos corrientes de cada presupuesto, “Defensa sigue perdiendo peso relativo en el total del Presupuesto Nacional (3,2% en 2022 en comparación con el 3,93% del Presupuesto 2021), explicita claramente la voluntad del Gobierno nacional de seguir ajustando a las Fuerzas Armadas, quienes tendrán que hacer frente a una situación límite por los escasos recursos destinados a las áreas de alistamiento operacional y adiestramiento”, insistieron. “Es importante destacar errores o inconsistencias graves en el presupuesto de Defensa 2022. Se planifica aumentar la cantidad de horas voladas en la Fuerza Aérea pero con una reducción de los fondos nominales asignados” citan en otro párrafo. La Fundación Alem, el think tank de la UCR en temas de defensa, conducida por José Vila, también se ocupó del asunto en un documento de “Propuestas para el periodo legislativo 2021.2023”. “Asignar un adecuado presupuesto para la defensa nacional es responsabilidad de la dirigencia política, aun sabiendo de antemano que no tendrá el reconocimiento que se manifiesta en otras áreas con necesidades más fáciles de percibir, tales como educación, salud o seguridad”. En lenguaje claro, poner fondos en defensa nunca vende imagen pero es un mandato constitucional.
Fuente: Ambito Financiero
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