Productos como el café, madera, soja y carne que contribuyan a la deforestación no podrán ingresar más a la UE. Brasil, Argentina y Paraguay, entre los países más afectados por la medida.
El Parlamento Europeo ha alcanzado un acuerdo provisional que, una vez aprobado, tendrá un fuerte impacto en el comercio mundial, sobre todo en las regiones exportadoras de materias primas a la UE como Latinoamérica.
Se trata de una nueva legislación -"pionera en el mundo"- que garantizará que una serie de "mercancías clave" comercializadas en el mercado de la UE dejen de propiciar la deforestación y la degradación forestal, tanto en Europa como en otros lugares del mundo.
"Puesto que la UE es una economía de gran tamaño y una gran consumidora de esos bienes básicos, esta importante medida contribuirá a detener en gran parte la deforestación y la degradación forestal a escala mundial, lo que a su vez reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad", ha justificado la Comisión Europea (CE) tras el acuerdo firmado por todos los Estados miembros.
Una vez que este reglamento entre en vigencia, la UE obligará a las empresas pertinentes a "actuar con la diligencia debida" si introducen en el mercado de la UE los siguientes productos: aceite de palma, ganado bovino, soja, café, cacao, madera y caucho, así como sus productos derivados (por ejemplo, carne de vacuno, muebles o chocolate).
"Estos bienes básicos -ha explicado la CE- se han escogido a raíz de una evaluación de impacto exhaustiva que los ha definido como los principales impulsores de la deforestación debida a la expansión agrícola".
La lista de bienes básicos contemplados se revisará y actualizará periódicamente, teniendo en cuenta nuevos datos, por ejemplo, los cambios en los patrones de deforestación.
Los grandes agentes económicos y los comerciantes tendrán dieciocho meses para cumplir las nuevas normas. Las microempresas y las pequeñas empresas disfrutarán de un período de adaptación más largo, así como de otras disposiciones específicas.
El acuerdo de los Veintisiete se ha alcanzado en el marco de la Conferencia sobre la Biodiversidad (CP15), cuyo objetivo es definir los objetivos de protección de la naturaleza para las próximas décadas.
Las empresas importadoras tendrán que demostrar que sus productos no han contribuido a la deforestación. ¿Cómo? Tendrán que validar que sus materias primas fueron producidas "en tierras que no hayan sido deforestadas después del 31 de diciembre de 2020".
También se exigirá a los agente privados que "recopilen información geográfica precisa sobre las tierras agrícolas en las que han obtenido esos bienes básicos suministrados, a fin de poder comprobar su conformidad". El incumplimiento de esta nueva normas podrá dar lugar a "sanciones efectivas y disuasorias" por parte de los gobiernos europeos.
"Las nuevas normas no solo reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, sino que también contribuirán a garantizar los medios de subsistencia de millones de personas, por ejemplo, entre los pueblos indígenas y en las comunidades locales de todo el mundo, que dependen en gran medida de los ecosistemas forestales", ha celebrado la CE.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que entre 1990 y 2020 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque, una superficie mayor que la Unión Europea. En términos de pérdida neta de superficie (diferencia entre la superficie forestal talada y la nueva superficie de bosques plantados o regenerados), la FAO estima que el mundo perdió alrededor de 178 millones de hectáreas de cobertura forestal en el mismo período de tiempo, lo que equivale a tres veces la superficie de Francia.
La Unión Europea, debido a sus importaciones de productos agrícolas y ganaderos, es actualmente el segundo mayor responsable mundial de la deforestación tropical (con un 16% del total mundial, con un total de 203.000 hectáreas deforestadas en 2017 y una emisión de CO2 asociada de 116 millones de toneladas). Esto la sitúa después de China (24%), pero por delante de la India (9%), Estados Unidos (7%) y Japón (5%).
Las ONG ambientalistas vienen denunciando desde hace años que Europa "importa deforestación". Brasil, Indonesia, Argentina y Paraguay encabezan esta lista.
Si China, India, Estados Unidos y Japón aprobasen normas similares a la acordada hoy por la UE, se podría acabar con casi el 75% de la deforestación importada en el mundo, explica Ecologistas en Acción, una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades de toda España.
El próximo paso que deberán dar los países es la creación de una Autoridad Competente que vigile el correcto cumplimiento de la normativa cuando ésta entre en vigor. En este sentido, la Alianza Cero Deforestación reclamó al Gobierno de España que "garantice, en el ámbito de las administraciones públicas competentes, los recursos necesarios, económicos, humanos y técnicos, para la correcta implementación y el cumplimiento del Reglamento".
Fuente: LPO
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