La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, junto al candidato a la alcaldía de Quito, Pabel Muñoz, en el cierre de campaña. JOSÉ JÁCOME (EFE)
En las principales ciudades, Quito y Guayaquil, los aspirantes del correísmo asestan un golpe a la derecha y el resultado de la consulta popular sufre un revés inesperado.
El escrutinio de las elecciones locales en Ecuador dejan unos resultados inesperados. Los candidatos del partido de la Revolución Ciudadana, el movimiento del expresidente Rafael Correa, se imponen en las dos ciudades principales del país, Quito y Guayaquil. Con el 50% de las actas escrutadas, casi el 25% de los quiteños han dado su apoyo a Pabel Muñoz, dejando atrás por tres puntos a Jorge Yunda, quien se perfilaba como el favorito.
Lo que ocurre en Guayaquil es un hito. Con el 51% de los votos, el candidato correísta, Aquiles Álvarez, va camino de romper con la dinastía de 30 años en el poder del Partido Social Cristiano en la principal ciudad económica del país al llevar una ventaja de 39,4% de los votos. Cynthia Viteri, quien buscaba la reelección, va atrás por 30,15%. “Llevamos 11 puntos de ventaja a Viteri, quien hasta hoy fue alcaldesa de Guayaquil”, anunció Alvárez. “Hemos validado con nuestro control electoral, la tendencia que vemos en el conteo del Consejo Electoral es ya irreversible. Hemos ganado la Alcaldía de mi ciudad”, anunció el candidato de la Revolución Ciudadana. El Partido Social Cristiano ha optado por el silencio. A estos resultados se sumarían también los de prefectos (gobernadores de provincia) a los que el correísmo también lleva ventaja, más otras provincias, que eran bastiones claves que ya las tenía consolidadas.
Los resultados del referéndum convocado por el presidente Guillermo Lasso también sufren un revés inesperado. Aunque el porcentaje del escrutinio avanza lentamente, con el 2% aumenta la opción del no en las ocho preguntas. Lo que obligó al primer mandatario a suspender un evento en Quito al que había convocado a simpatizantes en el que esperaba pronunciarse para dar una contundente victoria por el Sí, según reflejaban los datos extraoficiales de las encuestas a boca de urna. El gobierno prefirió ser cauto y esperar los datos oficiales del Consejo Electoral. De ser esa la tendencia, Lasso tendría un complejo escenario para gobernar los próximos dos años.
La jornada electoral en Ecuador arrancó a las siete de la mañana con el discurso de las principales autoridades condenando el tercer asesinato de un candidato, la noche del 4 de febrero. Se trata de Omar Menéndez, candidato a alcalde de Puerto López, una pequeña población que está en la provincia de Manabí en la costa ecuatoriana. Con éste serían 15 atentados violentos a políticos desde la inscripción de candidaturas, en las elecciones más violentas jamás registradas en el país sudamericano, algo que fue repudiado también por los miembros de observadores de la OEA que participaron en las elecciones.
“La OEA ha realizado en Ecuador 22 misiones de observación electoral. Esta es la 23 y es la primera vez que se está constatando este hecho tan adverso y negativo para la democracia que haya expresiones de violencia con motivación política”, dijo el jefe de la misión, Juan Pablo Corlazzoli, quien calificó de muy preocupante la situación de violencia en Ecuador.
Antes de Menéndez, el 21 de enero, también fue asesinado Julio César Farachio, quien era candidato a alcalde de la ciudad de Salinas cuando realizaba un mitin de su campaña electoral.
Fuente: El País de Madrid
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