El 15 de octubre, los ecuatorianos volverán a las urnas para votar en una segunda vuelta para definir a su nuevo presidente. El nuevo mandatario deberá completar el período de Guillermo Lasso, quien deja la presidencia luego de aplicar la “muerte cruzada” en mayo de este año. Los candidatos son Luisa González de Revolución Ciudadana, quien obtuvo el 33% de los votos en la primera vuelta, y Daniel Noboa de la alianza Acción Democrática Nacional, que llegó de manera sorpresiva con el apoyo del 23%. Por el momento, Noboa parte con ventaja de cara al domingo, pero el margen de distancia se está estrechando y la definición final está enmarcada en un alto nivel de incertidumbre. En el contexto de estos comicios, se vislumbra un panorama político complejo. El Poder Ejecutivo se encuentra en pleno proceso de transición, mientras que el nuevo Legislativo, cuya composición quedó constituida en la primera vuelta, ha quedado fragmentado, sin ninguna de las bancadas con capacidad propia para alcanzar una mayoría que la habilite a imponer su agenda. Asimismo, la confianza en el Poder Judicial está en entredicho por parte de la ciudadanía, que muestra signos de incredulidad en su imparcialidad y eficacia. En esta oportunidad, también se realizará la repetición de las elecciones legislativas en el exterior como resultado de una determinación tomada por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta decisión se basa en las fallas técnicas registradas en el sistema de voto electrónico y los ataques sufridos por la plataforma durante la primera vuelta electoral. Consecuentemente, aún quedan seis escaños por asignar en la Asamblea Nacional, destinados a asambleístas elegidos en tres circunscripciones exteriores. La composición polarizada y fragmentada de la nueva Asamblea Nacional podría representar un desafío significativo si no se logran concretar acuerdos que permitan avanzar en la agenda legislativa y, sobre todo, en la gobernabilidad de quien asuma la Presidencia. Por lo tanto, quien resulte electo se enfrentará al desafío de construir consensos efectivos a lo largo de los próximos 18 meses para garantizar el avance de su agenda de gobierno.
Con noticias de Directorio Legislativo
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