Por Ricardo Bianchi
En esta Argentina que cada ciclo menstrual de la política se refunda todo, destruyendo lo bueno y acentuando lo malo, hay divulgadores como Daniel Arias, que desde la revista agendarweb.com.ar, 14/08/2024 “Por qué Argentina no está exportando centrales nucleares – II” nos iluminan sobre nuestros logros en materia nuclear y tecnológica, que luego abortan por falta de independencia política y poca o ninguna capacidad de nuestros dirigentes. Lo mismo ha sucedido con el proyecto de licuefacción de gas que venían impulsando YPF y Petronas. Al cambiar el lugar donde instalar la planta y carga del producto en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires a Punta Colorada en la provincia de Río Negro, se han perdido años de estudios preliminares y el proyecto corre el riesgo de retrasarse en el tiempo o no realizarse nunca. Es decir que, en algún momento no tan distante, dejará de ser negocio la venta de gas licuado, hoy requerido por mercados como el europeo para su transición de eliminación de combustibles fósiles. No es un tema de concentración de inversiones en la P.B. o falta de visión del federalismo, sino cómo hacer para vender lo antes posible un recurso que en el mediano plazo dejará de ser demandado. Lo mismo ocurre con el litio, hoy por suerte en pleno desarrollo de explotación por el pragmatismo de las provincias del norte. Si realmente se hubiera querido acelerar la explotación y venta del gas licuado y por razones de política bastarda, sacarle la inversión a Buenos Aires, el mejor sitio para el cambio no era Punta Colorada donde hay todo para hacer, desde estudios hasta el puerto y para colmo, carece de agua y energía necesarias, sino la provincia de Neuquén, donde si existe agua y energía eléctrica, cerca de la generación de gas de Vaca Muerta y de fácil traslado cruzando la cordillera de baja altura hacia los puertos de aguas profundas naturales que tiene la república hermana de Chile. Claro que esto supondría que nuestros gobernantes tuvieran la altura de concebir la integración latinoamericana para que juntos, Brasil, Chile y Argentina, constituyan un bloque bioceánico, tal como lo quería Perón y Vargas en el año 1953. Tamaña diferencia entre esos dirigentes y estos enanos. Pero bueno, quedémonos tranquilos, nada de esto se va hacer y todo será como era entonces. Un país de cuarta categoría, agonizante, con una población sumida en la pobreza y la desesperanza.
6 comentarios:
Estimado compañero. SIEMPRE LEO TUS NOTAS.Y HABLAN DE LA INTELIGENCIA PARA ENFOCAR LAS MISMAS.EN UN MOMENTO DE TANTA MEDIOCRIDAD INCORPORO TUS APORTES COMO FARO EN LA OSCURUDAF
parece que se invierte la altisonante comparación con Gulliver y los liliputienses que alucina nuestro virrey de turno, Little Ham the first
Llevo mas de 25 años de estudios del ABC y capacidad para concretar el sueño de las Tres Naciones. Una de las etapas fundamentales para la construcción es la conexión principal de Vitoria - Valparaíso (para eso se construyó en puente Rosario-Victoria), luego proseguir con las 2 siguientes en el norte y sur; con un sistema de logística en el Centro Argentino, pero este es un capítulo del extenso y no tan imposible armado de la Bioceánica, sin miedo y sin pausa puede ser concretado en 10 a 15 años, pero la construcción inicial entre 4 y 6 años. MGBC
Por que no mencionas a Ibáñez del Campo ?
Porque su dependencia con Inglaterra, le restaba margen de maniobra, lo cual no invalida que hubiera acompañado está idea
Yo no lo voy a ver, pero sería muy bueno que se concrete. Un salto cualitativo para que Latinoamérica cumpla con el sueño de San Martín y Bolivar
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