Celso Amorim plantea otra votación, con observadores de la UE, para zanjar la crisis por las sospechas de fraude y la negativa de Maduro de presentar las actas.
El diplomático Celso Amorim, el principal asesor de Lula en política internacional, ha sugerido al presidente de Brasil la celebración de nuevas elecciones en Venezuela como vía para zanjar la crisis abierta ante las sospechas de fraude en las celebradas de hace dos semanas. El propio Luiz Inácio Lula da Silva mencionó el viernes en una reunión ministerial, según Valor Económico esta idea que sobrevuela la crisis. Amorim ha contado este martes a ese diario brasileño que es una sugerencia informal sobre lo que es aún una “idea embrionaria” y que ni siquiera la ha compartido con Colombia y México. Los presidentes Lula, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador tienen prevista una conversación a tres bandas, cuyos detalles se ultiman, para alinear mensajes y después transmitirselos al líder chavista.
Estos tres países, gobernados por la izquierda, encabezan la iniciativa diplomática para buscar una salida pacífica y negociada al impasse ante la negativa del chavismo a probar su proclamada victoria. Cuenta con el apoyo de EEUU, la UE y varios vecinos latinoamericanos, que a su vez también han exigido reiteradamente a Nicolás Maduro que presente las actas oficiales de los resultados.
El Ministerio de Exteriores brasileño sigue trabajando con la instrucción original del presidente Lula: “Actas, actas, actas”, según un portavoz.
Amorim, que fue ministro de Exteriores en los primeros Gobiernos Lula, sostiene que esos nuevos comicios serían una especie de “segunda vuelta” para confirmar quién venció. Dilucidar si ganó Maduro, como sostienen sin presentar pruebas las autoridades aliadas al chavismo, o si fue Edmundo Gonzáles Urrutia, como defiende la oposición con las copias del 80% de las actas.
La líder opositora, María Corina Machado, advirtió, en una entrevista con EL PAÍS publicada este domingo, que no acepta de ninguna manera una nueva convocatoria electoral. Para Machado, es su primera línea roja en cualquier negociación con el chavismo: “No es negociable el resultado del 28 de julio, la soberanía popular no es negociable. Por favor, ¿en qué cabeza cabe que se haga otra elección? Aquí ya hubo una, bajo los términos del régimen, con una campaña absolutamente desigual. Bajo sus términos fuimos, con sus máquinas, con sus actas… Nosotros las actas que tenemos son documentos oficiales del CNE. Bajo sus reglas, ganamos, el mundo sabe que arrasamos”. La política fue vetada por las autoridades electorales para concurrir a los comicios del 28-J y la oposición en general ha enfrentado múltiples obstáculos durante la campaña.
El asesor del presidente brasileño ha ofrecido algunos detalles de su propuesta. En su opinión, la nueva convocatoria electoral debería estar precedida por el levantamiento de las sanciones que la Unión Europea mantiene contra autoridades venezolanas. Y además el proceso debería contar con la presencia de observadores de la UE. Amorim ha lamentado reiteradamente en las últimas semanas la ausencia de veedores europeos en los recientes comicios. Estos fueron inicialmente invitados para el 28 de julio, pero el convite fue revocado cuando la UE solo levantó parte de las sanciones.
De todos modos, el equipo de observadores internacionales que el Centro Carter envió a Caracas, estadounidense y el más robusto e independiente sobre el terreno, dio un veredicto que no deja lugar a ambigüedades: “La elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática”, según la nota pública de su evaluación final. La jefa de la misión, Jennie Lincoln, declaró días después en una entrevista que hasta el Gobierno chavista sabe que “Edmundo ganó la elección por dos a uno”.
Maduro ha hecho por ahora oídos sordos al clamor que le exige que presente las actas electorales de cada una de las 30.000 mesas. Mientras, gana tiempo. Dos veces le han reclamado esa documentación los presidentes Lula, Petro y López Obrador. Hasta ahora la demanda ha sido por escrito, el plan es que la próxima vez sea de palabra, en una conversación telefónica de los tres juntos o por separado.
Aunque empieza a cundir la impaciencia con el venezolano, el trío Brasil, Colombia, México no se pone plazos por el momento y recuerda que Maduro solo iniciaría un tercer mandato (de seis años) en enero de 2025. Pero algunos países, con EEUU a la cabeza, ya han reconocido al opositor González como ganador de los comicios y la oposición tiene prisa. Machado y González han convocado una movilización mundial el próximo sábado para reclamar su triunfo, será dentro de Venezuela y también allí donde haya un compatriota de la diáspora.
Fuente: El Pais
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