skip to main |
skip to sidebar
EL PAIS TRIBAL
Por Ricardo Bianchi
Con una cultura tribal, que nos antecede, por la historia de los inmigrantes que poblaron mayoritariamente nuestras tierras, España e Italia, sumado a los habitantes vernáculos de las naciones indígenas, que vivieron desde siempre aquí, somos una nación que no termina de encontrar un destino común. También aportan las influencias posteriores a la conquista, como el liberalismo de la revolución francesa y el corporativismo que nos acompaña desde la primera guerra mundial, acentuado por el advenimiento del fascismo de la segunda. Somos desde siempre, receptáculo de distintas vertientes que expresan intereses sectoriales, alejados de los conceptos clásicos de República, Nación y Democracia, que pasan a ser enunciados vacíos de contenido. Ni los demócratas son demócratas, ni los liberales son liberales, ni los nacionalistas son nacionalistas. La evidencia que nos arrojan los gobiernos liberales, los nacionalistas, los militares, los demócratas, los desarrollistas, es que todos son profundamente dirigistas, unitarios y controladores, y que la preocupación mayor de la gestión es el reparto de las “cajas” entre los jefes de las tribus que acompañan a cada gobierno, a la que sucede la segunda, la permanencia en el poder para seguir usufructuando los privilegios. Hay diferencias, unos apoyan el desarrollo, la educación, la salud, la tecnología, pero el camino le brinda senderos no santos por las cuales optan por encima de los propósitos enunciados. Otros, en la vereda de enfrente, se apasionan en pronunciamientos de integración al mundo global, liberalismo, etc. pero muestran los dientes con actitudes totalmente opuestas, como es la tendencia al totalitarismo. Nadie puede despegarse de las raíces culturales en las cuales fueron amamantados. Resumiendo, no existe el país federal, ni democrático. Nadie levanta un proyecto integrador que contenga a todos los habitantes y sus intereses. Seguimos siendo tribales. Los partidos políticos, ni tampoco los autoproclamados anarco liberales, consiguen y muy probablemente no les interesa, expresar los valores que reivindican al ser humano como centro de toda otra consideración. Es decir, la vocación de servir al otro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario