La primera lluvia de estrellas del año promete un espectáculo visual impresionante, a pesar de ser un fenómeno astronómico poco conocido.
Las condiciones para observar este fenómeno astronómico resultan ideales gracias a que la luna creciente se pondrá poco después del atardecer del 2 de enero, permitiendo un cielo nocturno excepcionalmente oscuro, según explica el sitio especializado en astronomía Space.com.
Un espectáculo esquivo pero brillante
La Sociedad Americana de Meteoros señaló que esta lluvia de estrellas, activa desde el 26 de diciembre hasta el 16 de enero, suele pasar desapercibida para muchos observadores del hemisferio norte debido al clima frío y frecuentemente nublado.
Durante el punto máximo del fenómeno, previsto para las 12:45 del 3 de enero, los observadores podrían presenciar hasta 25 meteoros por hora, algunos tan brillantes que iluminarán momentáneamente todo el cielo.
Los habitantes de las regiones más occidentales del hemisferio norte tendrán mejores posibilidades de observación, especialmente durante las horas previas al amanecer del 4 de enero, es decir, esta noche.
Este particular fenómeno astronómico ocurre cuando nuestro planeta atraviesa los rastros de polvo y escombros dejados por el asteroide 2003 EH1, que orbita alrededor del sol cada 5.5 años.
Cómo y dónde observarlo
Los expertos recomiendan alejarse de la contaminación lumínica para apreciar mejor este fenómeno celestial, aunque las bajas temperaturas pueden dificultar la observación prolongada.
Las Cuadrántidas deben su nombre a una antigua constelación llamada Quadrans Muralis, que ya no se utiliza oficialmente en la astronomía moderna.
Los observadores interesados deberán dirigir su mirada hacia la región cercana a la Osa Mayor, específicamente hacia la formación conocida como el Gran Carro, en el cielo norte.
Para maximizar las posibilidades de observación de este fenómeno astronómico, los astrónomos sugieren buscar un lugar alejado de las luces urbanas y dar tiempo a que los ojos se adapten a la oscuridad.
La brevedad del período de máxima actividad convierte a las Cuadrántidas en una lluvia de meteoros particularmente desafiante de observar, a diferencia de otros eventos similares que mantienen su intensidad durante varios días.
El próximo gran fenómeno de este tipo no ocurrirá hasta abril, cuando la lluvia de meteoros Líridas ofrezca otra oportunidad para admirar las "estrellas fugaces" en el cielo nocturno.
Fuente: UNO
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