El crimen del sindicalista santiagueño que presidia la obra social del sindicato de maestranzas en Buenos Aires y estaba enrolado en la CGT Azul y Blanca que lidera Luis Barrionuevo.
Hay testigos que vieron de rodillas al sindicalista asesinado en Bella Vista, "con la cabeza y la boca llena de sangre". Otros que dicen que ya no vestía la ropa deportiva del momento en que lo secuestraron, sino zapatos y traje. El móvil aún se desconoce, pero la hipótesis del robo está prácticamente desechada.
Relató Matías que anoche escuchó un disparo y, al salir de su casa, encontró al sindicalista Roberto Rodríguez arrodillado y con la cabeza y la cara ensangrentada.
"Escuché un tiro y al salir vi al hombre arrodillado y muy ensangrentado en la cara y la cabeza, después cayó a una zanja de espaldas y balbuceaba, aunque no se le entendía nada".
"Rápidamente -agregó- junto a otros vecinos llamamos a la policía. El hombre estaba arrodillado primero, como pidiendo ayuda, y después se cayó de espaldas a la zanja".
Matías recordó que todos intentaron preguntarle quién era, aunque él "no podía hablar nada porque tenía la boca llena de sangre".
Resta saber si la cámara de seguridad del Gobierno de la Ciudad instalada en la esquina de Marcos Paz y Vallejos, donde está el club Fénix, registró algún elemento que pueda ser útil a la investigación. Y si las cámaras de peaje del camino del Buen Ayre captaron alguna imagen.
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