sábado, 8 de enero de 2011

Los obreros del agro santiagueño en el desflore de maíz (segunda parte)

Fuente: wwww.razonyrevolucion.org Agustina Desalvo

De sol a sol y de surco a surco
Una de las principales empresas que se encarga de reclutar trabajadores para la actividad es Manpower, compañía de trabajo eventual dedicada a proveer empleados a capitalistas que los requieran. En Santiago del Estero la compañía tiene oficinas y desde allí se pone en contacto con los cabecillas, quienes se encargan de juntar a los peones golondrinas, y con el capataz general, quien coordina las cuadrillas. Cada cabecilla recluta 15 personas, por lo tanto, considerando al cabecilla y el cocinero, se arman cuadrillas de 17 personas. El capataz general tiene a su cargo 15 cuadrillas. Los trabajadores son trasladados en micros, previo chequeo médico, y acampan en la zona hasta que termina el desflore que, según el lugar, dura entre 20 y 30 días. Cuando la actividad termina en una zona regresan a la ciudad de origen y permanecen allí hasta que son llamados para trasladarse a otra de las provincias del circuito.
El maíz se siembra en surcos, espaciados entre 70 u 80 cm. de distancia dependiendo del tamaño de las máquinas cosechadoras. Se disponen 2 plantas machos cada 6 hembras y sólo a estas últimas se les quita la flor que, a su vez, son las únicas que son cosechadas. La planta macho no se desflora ni se cosecha, ya que garantiza la reproducción del maíz, pues es el polen del macho el que injerta a la hembra permitiendo la continuidad del ciclo. Para evitar que la cosecha se eche a perder, no debe quedar ninguna flor en la planta hembra, por eso la tarea se realiza en tres etapas. Nos relata un trabajador del desflore:

“Pasamos la primera mano, la primera mano no lleva mucha importancia, hay que sacarle toda la flor que aparece a las hembras. Los machos no se tocan. Después se dejan dos días y vuelve a aparecer flor, las que no han aparecido anteriormente. Se vuelve a pasar otra mano, que llamamos sacar fondo o descanutar. O sea, no tiene que quedar nada, tiene el panojo, hay que sacarlo igual, para que no aparezca la flor. La florcita no aparece todavía, está tapada, envuelta con la chala. Y después, la tercera, viene la limpieza, ahí no tiene que quedar nada. La limpieza es sacar las bajitas que quedan, cortarlas porque esas después vuelven a crecer.”5

El desflore, también llamado despanojado, se efectúa a mano. Cada integrante de la cuadrilla toma un surco, le quita la flor al maíz de las plantas hembra y la tira al suelo. Los surcos tienen un largo aproximado de mil metros, lo que equivale a la extensión de 10 cuadras urbanas. Los obreros tardan alrededor de una hora en recorrer cada surco. Al llegar a la cabecera, si hay tiempo descansan 10 ó 15 minutos, y luego retoman por el surco aledaño realizando la misma operación. La hembra generalmente es más baja que el macho pero se requiere de cierta familiarización con la tarea para realizar un correcto reconocimiento de la planta. Las personas que trabajan tienen entre 18 y 59 años y sólo se contratan hombres.

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