En un correo que me envió anoche, un hombre que aún hoy milita en el peronismo, además periodista de raza, que aquella noche fatídica se desempeñaba como director periodístico de TELAM nos relata como se vivió el transcurso del 23 al 24 en la redacción de la agencia oficial de noticias, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo. Carlos Mariscal
A continuación la nota redactada por Americo Rial:
Mientras el otoño del 76 entraba inexorablemente en nuestras vidas, el cronograma diseñado años antes por una línea de los mandos militares para la toma del poder llegaba a sus momentos decisivos, navegando tranquilamente en un mar de colaboradores y resignados.
Aquella tarde del 23 de marzo Fernando Garcia Della Costa -uno de los grandes olvidados, tal vez por haber sido un intelectual patriota- que presidía Télam, me convocó a su oficina en el primer piso del viejo caserón de Chacabuco al 100.
- ¿Usted que va a hacer?- me preguntó.
Yo, que era director periodístico, le respondí...
- Lo de siempre. Me voy a quedar en la redacción hasta medianoche.
- La cosa está muy mala. Tome este dinero por si lo necesitan. Llámeme a cualquier hora. Cuídese.
Al rato se comunicó desde Córdoba -adonde había ido de luna de miel con Aurora Giribaldi- el secretario de redacción Juan Carlos Sinovoy. Quería volver para resistir. Asi era su personalidad. Un gran periodista y un militante. Uno de los iniciadores del MNA.
Tuve que convencerlo que siguiera con el amor porque las cartas políticas ya estaban jugadas.
En la redacción nadie sonreía. Algunos solo pensaban en volver a sus casas. Otros venían buscando una posibilidad que no existía, como Martín Tribiño, entonces en Clarín, o Salvador Pinacchio, otro de los fundadores del MNA.
Entrada la noche uno de los acreditados en la Rosada informo que la presidente se retiraba en helicóptero hacia Olivos... "Digale al móvil que vaya a Aeroparque", le dije -de mal pensado, nomás- al Oso De Méstico, un veterano que manejaba la redacción, empecinado lector de Abelardo Ramos, que hoy se sorprendería del rumbo de algunos de los seguidores del colorado.
Pronto llegó la noticia...Un helicóptero había bajado en el sector militar de Aeroparque. Era el final.
Un ordenanza entró desencajado. "Nos pusieron un tanque en cada esquina". Les pedí a Tribiño, Pinacchio y a los contadores Diaz y Garibaldi que se fueran. "Si los enganchan aquí van a tener que explicar su presencia..."
Empezaron a llegar los redactores del turno madrugada...Juan Carlos Cerro, Mario Stilman, Armando García Rey, Eduardo Van der Kooy, el vasco Olaechea...Había equipo, por cierto...
Cerca de medianoche me llamó el acreditado en Trabajo, cuya sede estaba en el otro extremo de la misma manzana, donde ahora está el INDEC , con perdón de la palabra.
- Estoy con Miguel Unamuno -era el ministro y yo lo conocía de detenciones en Caseros y Santa Rosa- y con Lorenzo Miguel. Me piden que mandemos un despacho anunciando que la CGT declara la huelga general...
Un inesperado tercer interlocutor -vaya uno a saber desde donde- se metió en la línea. En tono casi paternal nos dijo...
- Muchachos, basta...Dejense de joder. Esto terminó.
Y terminó en serio. Télam quedó totalmente incomunicada. Teléfonos, telex, radiofotos...nada. Se había venido la noche. Sería larga.
A.R.
24 - 03 - 2011
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3 comentarios:
VIVO EN LA MADRE DE CIUDADES, ESTUDIO PERIODISMO Y CREO QUE SERÍA BUENO TENER POSIBILIDAD DE ESCUCHAR A PERIODISTAS CON ESTA EXPERIENCIA EN NUESTRA CARRERA. HABRÁ POSIBILIDADES ?
Me gustaría saber si este periodista hoy estaría dispuesto a trabajar en Telam ?
Soy de La Banda y estudio periodismo.
Estoy en Selva, soy peronista y me gustaría saber donde puedo leer mas de Rial. Me gusta como escribe
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