sábado, 21 de diciembre de 2013

Horacio González, integrante de Carta Abierta y director de la Biblioteca Nacional contra la designación de Milani

Algo cambió en el razonamiento de este reconocido intelectual y militante que hoy conduce los destinos de la Biblioteca Nacional. Desde la agrupación de intelectuales kirchneristas, en julio habían defendido al militar y habían sostenido que ciertos sectores “quieren voltear una política progresiva”. El titular de la Biblioteca Nacional y miembro de Carta Abierta, Horacio González, publicó una columna en el diario Página/12 donde se despacha contra la designación, que ya fue aprobada por el Ejército esta semana. “Si están bien encaminadas estas reflexiones, nos apoyamos en ellas para manifestar nuestra disconformidad con el nombramiento del nuevo jefe del Ejército”, dijo González en una columna titulada “La Culpa”. Allí, González sostiene que "el perdón es un acto de gran majestad” y remarca que “lo pedimos o lo damos, pero va en él una dosis de costumbrismo muy grande, pues la esencia del perdón es algo de lo que nunca tendremos entera garantía: ¿dejaré de ser el que era cuando fui culpable?” “¿Algo me garantiza la imposibilidad de que se reitere el mal? Ante las dudas filosóficas que origina el perdón, que ni da enteras garantías el transe espiritual que implica reclamarlo ni hasta la convulsión corporal que pueda acompañarlo, el perdón suele transformarse en un acto político, en actos consensuales, en amnistías de Estado. La justicia corriente, siempre necesaria, poco tiene que hacer aquí", indaga. La columna también dice: "(...) ¿qué es saber? ¿Alguien estaba dentro de la maquinaria y no sabía? ¿La conciencia tiene tantos planos sigilosos y signos de autoexculpación que logra convertir en no-saber lo que se sospecha saber? ¿En verdad se puede vivir en estado continuo de pretexto? ¿Haciendo excepciones a nuestro favor? No son estos asuntos de Estado, sino del estado de las conciencias, con sus repliegues que pueden ir anulándose en cascada a cada acto que concebimos infausto. "A pesar de eso, todo puede comprenderse en medio de la tensión última del conocimiento, la que nos lleva a acercarnos a lo que es una época, sus condiciones políticas, sus urgentes inmediatismos y el llamado siempre silencioso de las grandes arquitecturas que a lo largo de los tiempos adquiere el sujeto culposo, forma interna, a veces complementaria, a veces contradiciente del Estado. Si están bien encaminadas estas reflexiones, nos apoyamos en ellas para manifestar nuestra disconformidad con el nombramiento del nuevo jefe del Ejército", propone el titular de la Biblioteca.

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