La senadora nacional Cristina Kirchner recibió un fuerte apoyo regional e internacional ante el avance de las causas penales en su contra. A través de una solicitada que recolectó miles de adhesiones, los ex presidentes Lula da Silva (Brasil), Dilma Rousseff (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), José "Pepe" Mujica (Uruguay), Ernesto Samper (Colombia) y Manuel Zelaya (Honduras) reclamaron por el cese de la"persecución política" en el país. Con el título "Democracia sin proscripciones", el escrito -que será publicado mañana en diarios nacionales-recuerda que "los peores momentos que nos tocaron vivir como sociedad fueron cuando atravesamos etapas de persecuciones, proscripciones, prohibiciones y revanchismo". La solicitada advierte que en el continente "se está avasallando el Estado de Derecho" y que "el riesgo tiene hoy dimensión regional, en la persecución y proscripción de ex Presidentes y ex Presidentas, dirigentes sociales, sindicales y políticos que se oponen a las políticas de ajuste". Tras el párrafo en clara alusión a procesos penales como el que involucra a Lula da Silva y a Rafael Correa, el texto señala que "la persecución política que vive la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner desnuda una estrategia global de ataques al campo popular y progresista", y reclama que esa "violencia institucional" no ponga en riesgo "la democracia en la Argentina". El texto lleva firmas de personalidades de diverso espectro ideológico y social, y cuenta también con adhesiones como las de los líderes del partido español Podemos, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, el ex candidato presidencial peruano Marco Enríquez Ominami, el ex juez español Baltasar Garzón, el semiólogo norteamericano Noam Che argentinos figuran el titular de la CTA Hugo Yasky, el bancario Sergomsky y el actor estadounidense Danny Glover. En el grupo dio Palazzo, el periodista Horacio Verbitsky y las presidentas de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, entre otras personalidades. La misiva coincide poco después de la controversia generada por el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien advirtió que "no es bueno que se pida la detención de un ex presidente", al hacer referencia a la situación judicial de Cristina Kirchner. Aquel comentario provocó la furia de la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que calificó de "vergüenza para la República" los dichos del funcionario.
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