Pertenecer a un círculo de amistades de poderosos tiene sus privilegios porque si Carlos Alberto Varela debiera presentar un currículum vitae con su trayectoria en la dirección de empresas debería incluir referencias comprobables y, entre ellas se incluirían, sin lugar a dudas, los contactos de la familia Moyano y del actual titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) Claudio “Chiqui” Tapia.
El problema es que por estos días, luego del pedido de informes de la diputada nacional Graciela Ocaña a la Comisión de Deportes de la Cámara baja que ha tomado estado público, quizá el “Chiqui” no quiera seguir recomendando a su amigo a quien, entre otras misiones, le cedió la titularidad del club Barracas Central cuando asumió al frente de la AFA para que le cuide la institución hasta la asunción de su hijo Matías Tapia de 25 años el pasado 26 de marzo. Matías, hijo de Paola y nieto de Hugo Moyano se convirtió en el presidente más joven de un club afiliado a la AFA y es asesorado por Diego Turnes que fuera vicepresidente de River durante la polémica gestión de Daniel Passarella.
Cuando Varela firmó el contrato, Matías Tapia, hijo de Chiqui, dejó el fútbol y asumió en Barracas.
El problema para Claudio Tapia es que la más reciente incursión en el mundo de los negocios de Carlos Varela puede ser el detonante que le haga perder el mando de la AFA.
Porque la diputada Graciela Ocaña y los legisladores que siguen el entramado de negocios de la casa rectora del fútbol local observaron la firma de un contrato con la compañía Metro World Digital S.A. presidida por el “amigo” Carlos Varela quien de esta manera se constituyó en el agente digital exclusivo de la AFA.
Un contrato, además, que viene con una guinda en el postre porque abre la posibilidad de infinitas ganancias con el desarrollo de las apuestas on line, negocio que será tan o más redituable que la televisación de los encuentros de la Selección nacional.
El convenio del escándalo, aún vigente, estableció que la AFA se quedará con el 70% de los ingresos y la empresa el 30% restante, “nos preguntamos si es correcto que todo el negocio quede en manos de tan sólo un agente, el cual por el porcentaje que le ceden de ganancia produciría cifras millonarias que podrían ser diversificadas en otras empresas y de esta manera se podría conseguir mejores condiciones contractuales si la AFA contara con más proveedores” cuestionó la diputada a NA.
Pero lo insólito es lo que aconteció en los días previos a la firma del contrato en noviembre de 2019.
La dirigente política y abogada Florencia Arietto explicó en una cadena de tweets, “Metro World Digital, según el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires fue creada el 14 de noviembre de 2019, sin embargo, la oferta para quedarse con los derechos digitales de AFA se realizó el 8 de noviembre y fue aceptada un día después. Es decir, se la dieron a una empresa inexistente”.
Los trámites no llegaron a realizarse a tiempo para no dejar huellas de desprolijidades en el proceso adjudicatario. De cualquier forma, Varela, había dejado otras señales del apuro que lo apremiaba por tener la razón social en orden.
Decíamos que es un empresario todo terreno y la suerte que le cupo de tener un amigo presidente de la AFA posibilitó que cambiara de urgencia el objeto social y los estatutos de la compañía original que, en un principio, se llamaba Metro World Music y funcionaba como productora artística y musical.
Luego se denominó Metro S.A. y bajo esa razón social se la conoció hasta el 29 de octubre de 2019, para luego devenir en la actual Metro World Digital S.A.
Pero el fútbol todo lo puede y un mes antes que se oficializaran las negociaciones, el 8 de noviembre de 2018, Metro World Music, su razón social en ese entonces, mutó junto a su objeto social y sus estatutos.
Ocaña explicó “estas modificaciones facultaron a la empresa realizar la explotación comercial de agencia de publicidad, propaganda y productora de contenidos. También se modificó su objeto para efectuar las campañas publicitarias de marketing que se requieran desde la comisión directiva de la AFA”.
Otro de los puntos por los que Tapia debería comparecer ante los diputados es el ítem denominado “superposición de negocios”, una vez más, a favor de Metro World Digital S.A. “Otra empresa tenía un acuerdo para utilizarla, pero según la investigación las aplicaciones para el celular fueron desarrolladas por la productora de Carlos Varela. Entendemos que existiría una superposición de negocios que siempre se garantiza el favor de los amigos de Claudio Tapia”, señaló Ocaña.
La compañía tiene como clientes, además de la AFA, a la Federación Boliviana de Fútbol, la Federación del Voleibol Argentino, y el club Rosario Central. Figura a nombre de Carlos Alberto Varela y Mariana Yapur.
A propósito de la imagen del equipo rosarino, Florencia Arietto, explicó “el encargado del área de marketing de la AFA es un dirigente de Rosario Central de apellido Petersen y la empresa de Varela le maneja el marketing digital al club”. Se trata de Leandro Petersen, el Gerente Comercial y de Marketing de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y un dirigente de confianza de el “Chiqui” Tapia.
La firma de Carlos Varela y el Chiqui Tapia. Un contrato que está bajo la lupa por los vínculos entre ambos.
Pero la sociedad matriz que posibilita este entramado de relaciones que convergen en Claudio Tapia y por el cual Carlos Alberto Varela es un hombre imprescindible para el titular de la AFA es la compañía Transur S.A.
Transur, empresa de recolección de residuos en la zona norte de la provincia de Buenos Aires y en la composición social de la empresa vuelven a repetirse los nombres de Mariana Yapur junto a Carlos Varela.
En declaraciones a los medios la socia de Varela afirmó que la empresa buscará retomar actividades nuevas que la pandemia debió postergar. “los proyectos que tenía pensados el equipo de Transur están relacionados con la reeducación ambiental. Cuando la realidad del país lo permita volveremos a retomarlos porque la generación de basura ha crecido de manera exponencial en los últimos años y tenemos una asignatura pendiente en ese tema”.
Las dos décadas de constante firmas de contratos por recolección de residuos le permitió a Carlos Varela moverse como pez en el agua con los políticos que deciden el destino de los recursos públicos.
Tanto conocimiento político le permitió incursionar en otro rubro de la economía, el energético, con el alumbrado de algunas intendencias.
El conocimiento de las normas de calidad dirigidas al medio ambiente proviene de su paso en el sector público. Varela se desempeñó como secretario en el Organismo provincial para el desarrollo sostenible (OPDS), cuya función, descripta en el organigrama gubernamental de la provincia de Buenos Aires, es aplicar la normativa ambiental en el territorio bonaerense.
Desde luego que el link principal de Carlos Varela y Transur S.A. con Claudio Tapia pasa por el negocio de los residuos desde donde han crecido patrimonialmente y donde se encuentran, uno dirigiendo la compañía de recolección de la zona norte bonaerense y, el otro, desde la vicepresidencia del Ceamse.
La Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) es una empresa pública creada para realizar la gestión integral de los residuos sólidos urbanos de la región del AMBA. El gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el de la Provincia de Buenos Aires son sus propietarias y poseen además la autopista Camino Parque del Buen Ayre.
En esa sociedad estatal, Claudio “Chiqui” Tapia oficia de vicepresidente sólo debajo, en el organigrama, de Mónica Aída Cappellini de buena relación con un ex intendente oficialista.
El tándem Tapia-Varela parece haber funcionado como una verdadera delantera goleadora y rendidora en el pasado pero el apuro por realizar un contrato a medida para Metro World Digital dejó en off side la jugada que pretendía ser un gol maradoniano.
Ahora, se aguarda por explicaciones de los dos protagonistas de la jugada. El Chiqui Tapia, por lo pronto, tiene cita en Diputados para hacerlo.
Escrito por Antonio D´eramo
Buenos Aires, NA