Cómo el Frente de Todos busca revertir el resultado de las PASO y Juntos sostener una victoria que significaría otro golpe durísimo para el oficialismo y una revitalización para la oposición. La trascendencia del Conurbano. Base en los distritos y militancia casa por casa. Los consejos de los consultores.
El consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí les dijo al gobernador Axel Kicillof y a los intendentes oficialistas de las secciones Primera y Tercera, con quienes se encontró la semana pasada, que en el epílogo de la campaña insistan con su idea de llevar positividad en el mensaje electoral. Según el asesor internacional, el camino es el correcto, aunque reconoció que no ve en los sondeos de opinión un cambio sustancial respecto a las PASO. Ratifican esta percepción las encuestas conocidas el fin de semana, que otorgan a Juntos una ventaja sobre el Frente de Todos (FdT) similar a la de las elecciones primarias.
En ese contexto, la batalla final se da a todo o nada en el Conurbano, donde el oficialismo necesita sí o sí recuperar algo del inmenso caudal de votos perdido respecto a 2019 (ver resultados de distritos). Mientras, la principal alianza opositora, con la seguridad de ganar en el interior, también debería incrementar su volumen en el AMBA si hay un mayor número de
electores. En ambos casos, el contacto con los vecinos es una constante. La diferencia radica en que en Juntos la campaña aparece más disciplinada que en el FdT, donde suelen notarse disidencias y arrestos individuales que desentonan.
El último viernes, en el encuentro con los jefes comunales peronistas de la Primera, la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, les pidió que cada uno levante, como mínimo, tres o cuatro puntos en sus distritos, porque con eso se estaría muy cerca de revertir el resultado o, al menos, acortar la diferencia. “Lo que queda es laburo militante. Los que traccionan son los intendentes, con tres o cuatro puntos cada uno es otro color”, le dijo a La Tecla uno de los asistentes al encuentro, donde hubo un punteo minucioso de dónde podrían
estar esos sufragios.
“Hay intendentes que tienen más de 80% de imagen positiva y si mirás los votos de las PASO ves que hay mucho para traccionar”, insistió la fuente. Está claro que la estrategia es sumar de abajo hacia arriba, aunque eso choca con algunas disidencias a la hora de encarar la campaña y, fundamentalmente, con cuestiones macro ajenas a los jefes comunales, como la inflación y la desocupación, que concentran el 55% de los problemas que los bonaerenses piden resolver con mayor urgencia. También la inseguridad. Cuestiones que se agravaron en el último mes. Tampoco ayuda el desorden político del Gobierno nacional.
En la reunión con Kicillof, Gutiérrez Rubí habló de la importancia de la cercanía con los vecinos, de mostrarse gestionando, escuchando y resolviendo problemas. Una premisa que los alcaldes cumplen y que, en el mismo encuentro, pidieron sea acompañada por los ministros provinciales. “Hubo una coordinación de agenda de campaña, pero principalmente de gestión, para poder mostrar el trabajo que se hace desde cada una de las áreas”, dijo después la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.
Una recomendación muy marcada es que en las recorridas no se usen cámaras y se evite una estructura de equipo de video y fotógrafos. La premisa es que el contacto con la gente se reporte a través de fotos de celulares que figuren ser lo más espontáneas y casuales posibles.
La orden es visitar casa por casa a los vecinos que no votaron, pero algunos no están del todo convencidos. “Somos peronistas, primero tenemos que persuadir, antes que obligar”, suele decirle un experimentado dirigente a sus punteros para que traten de convencer, consciente de que antes se debieron atender necesidades que tras las PASO quedaron más expuestas y para las cuales parecen no alcanzar las medidas del Gobierno.
En Florencio Varela, por caso, el diputado Julio Pereyra les pidió a los 4.000 dirigentes que hacen política barrial realizar más reuniones con los ciudadanos. La modalidad no es tanto ir a los domicilios, sino convocarlos a encuentros grupales donde expresan sus problemáticas y desde el Municipio se toman los reclamos y se anuncia en qué se trabaja.
“Tenemos que ir a buscar el voto independiente, por eso no suma un tuit de Kicillof en un acto haciendo la V de la victoria; eso no es ir a buscar el voto independiente. No sirve seguir hablándole al convencido, pero creo que es más fuerte que ellos, no pueden estar sin hablar en contra de los demás; y la gente quiere escuchar soluciones y ver a los dirigentes laburando, está podrida de verlos pelear”, se quejó un operador peronista de la Tercera.
Fuente: La Tecla
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