Cristina Kirchner mira el tablero con preocupación. Las encuestas muestran que los resultados de las primarias podrían repetirse este 14 de noviembre y que la vicepresidenta podría perder varios de los alfiles que le sirvieron para manejar a su antojo el Senado en los últimos dos años.
Es que los traspiés sufridos en septiembre en seis de las ocho provincias que renuevan su dotación de senadores este año no solo podrían dejarla sin la cómoda mayoría que el oficialismo ostenta en la Cámara alta, sino que también amenaza con quitarle a Cristina Kirchner una media docena de senadores leales.
La lista está integrada por presidentes de comisiones claves, como la santafecina María de los Ángeles Sacnun (Asuntos Constitucionales), el cordobés Carlos Caserio (Presupuesto y Hacienda) y la correntina Ana Almirón (Legislación General).
A ellos se suma la secretaria Administrativa de la Cámara alta, María Luz Alonso, que, de repetirse la sorpresiva derrota del Frente de Todos en La Pampa, vería frustrado su intento de convertirse en senadora, ya que marcha segunda en la lista detrás del ministro de Gobierno de la provincia, Daniel Bensusán.
A esta nómina hay que agregarle una de las senadoras más cercanas a Cristina Kirchner: la vicepresidenta de la bancada oficialista y titular de la estratégica Comisión de Acuerdos, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
La senadora tiene asegurada su reelección como representante de la minoría, pero en las primarias sufrió una dura derrota que podría dejarla en una difícil situación política. Este sería su tercer traspié consecutivo como cabeza de lista del peronismo mendocino y, se sabe, en el PJ se perdona todo, menos la derrota.
La vicepresidenta perderá, además, otras dos piezas. Los chubutenses Alfredo Luenzo y Nancy González, quienes quedaron afuera de la lista del Frente de Todos y, a partir de diciembre, deberán seguir su carrera política en otros destinos.
Luenzo preside la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión. Nunca fue un kirchnerista de paladar negro, pero en los últimos dos años apoyó sin cortapisas la estrategia política de la vicepresidenta.
La senadora González, en tanto, es un halcón kirchnerista. Tanto, que acompañó a Cristina Kirchner en el bloque de Unidad Ciudadana cuando, en 2017, Miguel Pichetto les cerró la puerta y los excluyó de la bancada del PJ.
Preferida en peligro
Con menos de 300.000 electores, la provincia de La Pampa se ha convertido en la obsesión de Cristina Kirchner. Pero su preocupación va mucho más allá del riesgo que corre el oficialismo de perder una de las dos bancas que renueva, algo inesperado hace 40 días atrás.
El golpe es más profundo aún. Es que, de repetirse la derrota de las primarias, quedaría afuera del Senado “Luchy” Alonso, una de las favoritas de la vicepresidenta.
Típico producto de La Cámpora, la joven fue una pieza clave en el manejo del Senado durante la pandemia desde la Secretaría Administrativa, un cargo clave en el manejo financiero y logístico de la cámara, cuestiones que aburren a la vicepresidenta. Su candidatura, por lo tanto, no fue más que el merecido premio a su incansable labor de los últimos dos años.
Confiada en el peso del peronismo pampeano, que gobierna la provincia desde 1983, Cristina Kirchner aceptó que Alonso fuera en segundo lugar de la lista. Pero algo falló. El PJ pampeano no jugó con toda la fuerza que se esperaba y el Frente de Todos perdió las primarias. Los dedos acusadores apuntan a Carlos Verna, líder partidario al que nunca le gustaron demasiados los modos del kirchnerismo.
El caso de Almirón, en tanto, es un grosero error de cálculo imputable a Cristina Kichner. Apostó por la imagen de Carlos Espínola y puso a la senadora en segundo lugar sin tomar en cuenta que el oficialismo de la provincia, liderado por la UCR, iba a apostar a ganador y le sacaría casi 50 puntos de ventaja al Frente de Todos. Es, por esto, una causa perdida, como la de Caserio en Córdoba, en donde el kirchnerismo salió tercero lejos.
Por último, la santafecina Sacnun no es de La Cámpora pero es una kirchnerista leal. Ubicada segunda de la lista en el difícil acuerdo político con el gobernador Omar Perotti, la buena elección de Juntos por el Cambio le dejó con un pie afuera del Senado.
Fuente: La Nación
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