sábado, 30 de octubre de 2021

Crisis en el peronismo pampeano porque Verna le vació la campaña a Ziliotto

 El ex gobernador mandó a pedir licencia a la intendenta de General Pico, el distrito clave para revertir la derrota y tratar de meter dos senadores.

El peronismo de La Pampa está convulsionado por las maniobras de Carlos Verna para complicarle la campaña al gobernador Sergio Ziliotto en una provincia que es clave para que el Frente de Todos mantenga el quórum en el Senado.

Tanto en el gobierno nacional como en el pampeano confiaban en revertir la derrota de las primarias y quedarse en noviembre con las dos bancas, pero el contexto actual no parece el mejor para la lista del FDT.

En el peronismo consideraban que una de las claves para dar vuelta el resultado era la aparición en campaña de Verna, la figura más importante del PJ pampeano. Pero el ex gobernador sigue recluido por la enfermedad que lo alejó de la función pública y su reaparición nunca se concretó.

Lejos de subirse a la campaña, en el oficialismo pampeano están furiosos con Verna porque mandó a su estructura política (especialmente fuerte en el norte de la provincia) a hacer la plancha. Prácticamente ninguna figura de su entorno apareció en la campaña.

El hecho que más claro grafica la jugada de Verna es el pedido de licencia de la intendenta de General Pico, Fernanda Alonso, que adujo "razones personales" y recién retomará su cargo horas antes de la veda.

General Pico, la segunda ciudad de la provincia, es el pago chico de Verna y un distrito clave para la elección de noviembre. En septiembre Juntos por el Cambio le sacó 7 mil votos al FDT y en el peronismo creían que un protagonismo fuerte del ex gobernador podía dar vuelta el escenario.

Lejos de eso Verna mandó a su gente a correrse de la campaña y la licencia de Alonso estaría vinculada con un pedido de su jefe político para no aportarle nada a Ziliotto. Las interpretaciones varían según quién las haga: algunos creen que Alonso es parte de la jugada y otros sostienen que la intendenta estaba en una posición muy incómoda, presionada por el vernismo para correrse y por el gobierno provincial para acelerar la campaña.

A esto se suma que en los últimos días decenas de fiscales del vernismo en General Pico avisaron que no irán a defender los votos del FDT en las elecciones. Eso sin contar que tampoco el resto los intendentes vernistas está muy activo en la campaña, según entienden en la capital provincial.


Esta situación revela por un lado que Verna vuelve a tomar distancia de la conducción nacional del peronismo (a la que volvió a abrazar en 2019 tras años de enfrentamiento) y por otro que la relación con Ziliotto está más que fría.

Ziliotto fue un protegido de Verna y este fue el promotor de su candidatura, lo que lo llevó incluso a roces con los otros sectores del peronismo pampeano, como el del histórico Rubén Marín. Ahora en el vernismo ya ponen en duda que el gobernador sea parte de su línea interna.

La pelea con Verna tiene impacto directo a nivel nacional porque si se confirma la derrota en La Pampa, se pone en riesgo el quórum en Diputados y el Senado, con el agravante que no ingresaría a la cámara alta la mano derecha de Cristina, María Luz "Luchy" Alonso, la segunda de la lista. 

Fuente: LPO

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