sábado, 20 de abril de 2024

AMPARO DEFENSA DEL FONDO DE GARANTIA DE SUSTENTABILIDAD


    Por Ricardo Bianchi

La economía está haciendo aguas por todos lados. Obviamente, no todo es imputable a la actual gestión, viene de lejos, pero este gobierno y particularmente el Ministro y su banda, están agrandando la torta de la deuda expresada en dólares, y los servicios de la misma, de manera exorbitante. Marcaremos algunos datos: En sólo 120 días la deuda del Estado aumentó más de 17.000 millones de dólares. La leliq, hoy convertidas en pases de cumplimiento diario, obligan a emitir 90.000 millones de pesos por día en concepto de remuneración. El tan mentado equilibrio fiscal, basado en la paralización de la obra pública, no la remisión de partidas a las provincias, el desfinanciamiento de las obligaciones del Estado, Salud, Educación, Seguridad, la quita monstruosa de las jubilaciones, el no pago de 2.000 millones de dólares a las energéticas, la emisión de 8.000 millones de dólares de Bopreal para tirar para adelante la deuda de importaciones, la nueva deuda contraída con los importadores, la suba de las tarifas, etc. es un dibujo contable que no soporta el menor análisis. Por tal razón, el Ministro sale con la gorra por el mundo, pero difícilmente logre que el FMI le extienda en 15.000 millones de dólares al préstamo tomado de 45.000 por este mismo señor, como así tampoco ningún fondo de inversión le tire algo significativo. Por lo tanto, no tiene otro camino, para salvar a los bancos de la quiebra y monetizar en dólares los depósitos, que hacer lo mismo que hicieron en EE.UU. con las hipotecas suprime, cuando estalló la burbuja. El gobierno Federal salvó a los bancos y los principales perjudicados fueron los fondos de pensión de los trabajadores. Aquí el último recurso es robarse las acciones y bonos propiedad de los jubilados que administra el F.G.S. que al día de hoy son 47.000 millones de dólares aproximadamente y que tanto en el DNU como la ley bases, lo dice de forma taxativa. Por otra parte, no se observa que los gobernadores, senadores ni diputados, vayan en serio para impedir esto. Cada uno por su lado trata de arreglar sus necesidades inmediatas y los patos de la boda serán como siempre los jubilados y su patrimonio. De tal forma que el único instrumento que disponen los jubilados para tratar de impedir este latrocinio es presentar un amparo judicial lo antes posible. Antes de la aprobación de la ley bases, de lo contrario será tarde. Los fundamentos están dados por el estado de desesperación del Gobierno, el propio DNU y la ley bases. Habrá que encontrar jurídicamente los puntos que no puedan ser rebatidos en la presentación del amparo.

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