Fueron a imponer candidatos a la sede del PJ nacional y salieron ridiculizados, de acuerdo a lo informado por La Política On Line, los esperaron como esos pesos pesados que dejan acercarse a sus rivales. José Ottavis tomó la palabra y anunció que “por pedido de la Presidenta y de Máximo” necesitaba una serie de lugares en las listas de la nueva conducción del PJ bonaerense, además de los cargos de la rama juvenil. Pero algo falló: fue un instante mágico como ese segundo eterno en el que El Coyote ve el abismo bajo sus pies.
“Mira te voy a decir una cosa, estamos hartos de comernos estos caramelitos”, arrancó el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, mirándolo a los ojos. “A ustedes no les vamos a dar nada porque la estrategia y las listas que armaron en la Rosada fueron un desastre, ahora la estrategia va a quedar en manos de nosotros los intendentes, que somos los que tenemos los votos”, agregó.
“Estamos hartos que no nos tengan en cuenta para nada. Perdimos por culpa de ustedes, de Zannini, y esto va a cambiar”, agregó furioso mientras lo señalaba con un dedo. Al lado de Ottavis, el diputado Wado de Pedro iba empalideciendo.
Junto a Descalzo, asentían sus pares de la primera, Raúl Othacehé, Hugo Curto y Mariano West. “Ustedes no tienen un voto y desde que agarraron la manija del Gobierno así nos va”, agregó el intendente.
“Bueno esta bien, esta era nuestra propuesta, pero sino la quieren considerar dejémoslo así”, contestó contemporizador Ottavis, que todo el tiempo fue la voz cantante del camporismo ante un Wado que apenas musitó palabra.
En ese momento, Fernando Espinoza, que ya había conseguido ser elegido presidente del PJ, se vio obligado a intervenir: “Alberto no nos subas a todos en las cosas que estás diciendo, algunas las comparto y lo hemos hablado, pero otras no”, dijo sin tomarse la molestia de distinguirlas.
La discusión siguió evolucionando y cuando llegó el momento de discutir los cargos de la tercera sección, el que tomó la palabra para contestar los pedidos puntuales que hizo Ottavis, fue el secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, jefe político de Berazategui y primer candidato a diputado provincial.
“Mirá Ottavis, gracias a los votos que yo saqué en Berazategui y en los municipios del sur, pudimos salvar la elección en la seccional y meter diputados. Estamos hartos que nos chapeen con Cristina y con Máximo, estamos hartos que se metan en todos lados”, comenzó Mussi, retomando la línea de Descalzo, en lo que pareció una puesta en escena previamente acordada.
"Estamos hartos de que Máximo opine desde el Sur, si no entiende nada. ¿Qué sabe Máximo del Conurbano?", advirtió Mussi. “Yo fui intendente, soy funcionario nacional y nadie habla conmigo, arman las listas sin hablar con nosotros”, siguió quejándose.
En ese momento, Wado de Pedro tuvo el poco tacto de deslizar que el Gobierno quería incluir al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, como consejero por la tercera. Mussi estalló, le pegó un manotazo a la mesa y revelando acaso rencores acumulados, gritó: “Ahora encima me querés meter a Abal Medina ¿Quién es Abal Medina, cuantos votos tiene? Yo puse el cuerpo y gracias a los votos que sacamos pudimos meter los diputados”, agregó.
Pero no se quedó ahí: “Ahora vamos a ser los intendentes los que manejemos la estrategia, lo de ustedes fue un desastre, nos pusieron a Insaurralde, que es un buen muchacho, pero como candidato no funcionó”, agregó apuntando a De Pedro, uno de los principales impulsores del intendente de Lomas de Zamora.
Y luego mirando a Ottavis, le advirtió: “En la Legislatura van a cambiar muchas cosas, a vos no te voy a dar pelota y si me dan las manos voy por la presidencia de la cámara o por el bloque y tengo gente que me apoya”, amenazó.
Luego de ese cruce, otra vez terció Espinoza para poner paños fríos y pidió que se incorporara a la lista a Abal Medida y que le dieran otros lugares menores a La Cámpora.
Pero lo más divertido estaba por llegar. Mientras la discusión seguía, Mariano West se paró porque dijo “tengo que atender un llamado de Zannini”. Se corrió a un costado del quincho y luego de un breve diálogo cortó y conciente que concentraba las miradas dejó estirar el suspenso, hasta que se despachó: “Loco, ustedes son unos sátrapas, Zannini me dijo que nada de lo que piden está avalado por Cristina o por Máximo, me dijo que no les demos pelota”, agregó lapidario.
En ese momento la carcajada de los intendentes fue brutal, y para dar la discusión por cerrada, Espinoza propuso burlón: “Bueno muchachos ahora vamos a comer que se nos enfrían las achuras”.
“Qué comer, nosotros nos vamos”, contestó Ottavis y junto a Wado dejaron la sede de Matheu en la desangelada noche del barrio de Once.
viernes, 15 de noviembre de 2013
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