En el primer día de la octava edición del encuentro “Argentina Visión 2020/40”, organizado por ADBlick Agro, Bioceres y el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, a beneficio de Bisblick Talento Joven; el tema fue el contexto país, y contó con un panel formado por Daniel Pelegrina, Presidente de la Sociedad Rural; Martina Rua, Periodista especializada en innovación; Tomas Peña cofundador de The Yield Lab y José Gobbe, CEO de The Context Network.
En la apertura, José Demicheli, Presidente de ADBlick Agro se refirió a la situación actual del país con estas palabras: “Estamos todos más pobres no sólo económicamente, sino en calidad de vida, educación, seguridad y en el futuro que estamos proyectando como país. El día que los sindicatos, los empresarios, las organizaciones del tercer sector y los políticos dejen de lado sus propios intereses y empiecen a construir sobre valores, buscando el bien común, sin querer que un sector vaya en detrimento de otro, habremos comenzado a construir una mejor Argentina”.
El campo como impulsor de la economía
“Los gobiernos han buscado muy distintas maneras de abordar la crisis generada por la pandemia, pero con una economía en dificultades porque las caídas de los PBI del mundo muestran números sorprendentes”, aseguró Daniel Pelegrina. “En nuestro país el número de caída del PBI también nos va a alarmar. No se sabe si será del 10% o 15%. Cada país deberá trabajar en el modelo de salida de esta crisis y, a partir de ello, en la mirada hacia el futuro”, agregó el titular de la Sociedad Rural Argentina.
El directivo señaló que “la actividad privada debe ser el motor de la economía, y una generadora de oportunidades. Y el campo será el impulsor de la economía. Desde el sector privado agroalimentario, durante esta pandemia, se vieron los roles fundamentales que tenemos de mantener provistos de alimentos, tanto a la mesa de los argentinos como la población mundial”.
En cuanto al factor político, si bien comentó que “el Presidente nota que el campo es un sector muy importante para la economía de nuestro país”, le reclamó “que mande las señales correctas para restaurar la confianza en un bloque de gobierno que tiene sus diferencias con el campo y que ya hemos padecido con sus malas políticas, y que con señales positivas se irá restaurando».
«Si vienen Vicentines, si vienen amenazas de intervención en los mercados, si seguimos con restricciones fundamentalmente al flujo de divisas y seguimos con una presión fiscal insoportable por las retenciones, restaurar la confianza no será posible», advirtió. A la vez, indicó que “este momento de Argentina requiere más que nunca del campo, que es el principal generador de divisas del país, que hoy necesita ponerse en marcha».
Mirando ya hacia el futuro, más allá de la pandemia, Pelegrina estimó que “la tecnología y la digitalización serán claves para aportar el mayor crecimiento en el volumen de las producciones”, y afirmó que “el agroalimento es una solución necesaria para el mundo que tendrá 9 mil millones de habitantes en poco tiempo y necesita de un crecimiento de la producción de alimento del 40% o 50 %”.
Acción y actitud
A su turno, la periodista Martina Rua analizó cómo fueron adaptándose los diferentes sectores al nuevo contexto surgido a partir de la pandemia y reconoció que lamentablemente “muchos planes se desvanecieron y otros se paralizaron” por esta razón. Sin embargo, reveló también sus diálogos con gente que había comenzado a innovar, y destacó atributos como “acción y actitud”, al tiempo que “comunicarse se hizo más urgente”.
Tras afirmar que “la comunicación pre pandemia no puede ser la misma que ahora”, recomendó tener claros los objetivos a alcanzar y poner mucho foco en la experiencia del cliente: “qué valor voy a dar más allá del producto que ofrezco”. También planteó la necesidad de dar autonomía a las personas y recordó que “las compañías más innovadoras del mundo trabajan de manera más horizontal, por objetivos”.
Luego apeló al concepto de humildad cognitiva: “Todo lo que sabíamos y nos sirvió hasta hace cinco meses, ya no nos sirve. Tal vez eras el mejor, pero hay que ver quiénes llegan ahora”. Hoy adquieren mayor importancia aspectos como adaptabilidad, agilidad y flexibilidad. En ese sentido, sugirió no atarse a burocracias y jerarquías y se preguntó: “¿al servicio de qué están esas jerarquías?”.
Por otra parte, advirtió contra el “solucionismo tecnológico” porque “innovar no es poner tecnología, sino pensar en los procesos y los humanos para trabajar mejor. Es clave tener herramientas tecnológicas, pero debemos tener claro para qué las queremos. Tiene que ver con pensar en el bienestar de las personas”.
Redes de innovación
Para Tomas Peña, cofundador de The Yield Lab, «Latinoamérica es un mercado muy naciente y siendo grandes productores de alimentos recién ahora están llegando las redes de innovación. Lo veo más como una oportunidad que como un reclamo».
En su exposición, Peña ponderó el segmento Agtech por su desarrollo en la región, aunque llamó la atención sobre el escaso alcance del Fintech: «Estamos más atrasados en lo que es integración digital. No hay fintech para el agro, hay muy poco desarrollo y mucho camino por recorrer. Argentina tiene una enorme oportunidad si empezamos a hablar este nuevo idioma», sentenció.
Según su óptica, uno de los factores principales en esta etapa es el desarrollo de ecosistemas de innovación, así como de APIs («salir del Excel e ir a programas que puedan integrarse a canales y con funciones cada vez más específicas»). Para ello, «los productores deben involucrarse en startups, tienen que meterse y conocerlos, salir de lo que pasó y pensar lo que va a pasar». En ese punto, informó que son ya más de 600 las startups en la región, más exactamente 634.
Un nuevo consumidor
Finalmente, José Gobbe, CEO de The Context Network, se refirió al desafío de alcanzar la seguridad alimentaria para cubrir las necesidades de 7 mil millones de habitantes. “Va a haber 2 mil millones más que van a ingresar a la clase media y vamos a tener que cubrir esa demanda”, señaló a la vez que mencionó factores relacionados como la obesidad y la desnutrición y aludió al requerimiento de una sustentabilidad cada vez más fuerte.
El ejecutivo señaló que existe “un nuevo consumidor que demanda certificaciones. Las grandes cadenas empiezan a reaccionar y a reemplazar los alimentos que usaban antes por opciones más saludables, proteínas alternativas, huevos orgánicos, frutas orgánicas, productos libres de antibióticos”.
Aseguró que “los proveedores tienen que reaccionar a esta nueva demanda porque, de lo contrario, el público ya no les compra. Aparecen otras empresas y les sacan a los clientes”. Es un proceso inexorable aunque “muchos productores piensan que acá no va a pasar”. De todos modos, se mostró optimista: “Tenemos la tecnología y tenemos las inversiones”.
También profundizó sobre la innovación en el agro, un proceso que venía desarrollándose previo a la pandemia de la mano de una inversión que está en alza y que se dirige en gran parte a la incorporación de nuevas tecnologías. Respecto del impacto del Covid-19, recordó que el agro se encuentra entre los sectores menos afectados y que esta circunstancia aceleró algunos cambios como por ejemplo la digitalización y las ventas online, aspecto en que “saltamos entre cinco y diez años en solo 100 días”.
Fuente: Agencia Legislativa
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