De acuerdo a lo que pudo saber Bichos de Campo, la decisión fue tomada como parte de un cambio de rumbo en la estrategia global de la compañía, en la que harán mayor hincapié en la fabricación de robots, sensores, software e insumos en detrimento de los equipos convencionales o tradicionales. La idea de los suecos es enfocarse en la robotización y automatización de sus equipos de ordeñe.
“DeLaval a nivel mundial definió una estrategia de desarrollo y comercial que va orientada hacia ese tipo de productos. Entonces decidió que va a invertir fuertemente en todo lo que sea investigación, desarrollo y fabricación de todos estos productos tecnológicos”, explicó a este medio el gerente comercial de la firma en nuestro país, José Camoletto.
La idea del gigante de fabricación y desarrollo de ordeñe, es volcar todo su peso en estas tecnologías, y las que se podrían considerar más anticuadas, serán reemplazadas por proveedores externos.
La fábrica que acaba de cerrar sus puertas en el Trébol producía bombas de vacío, “pero de las viejas, las que eran con correa”, dicen los representantes de la compañía. “Hoy ya DeLaval está mudando todo a las bombas de transmisión directa, con variadores de velocidad y otro tipo de cosas, de tecnología que acá en el Trébol no estaba. Se hacían muchas partes y piezas de goma, con inyectoras de goma, en el caso de pezoneras, y piezas de plástico. Se hacían soportes para equipos de línea media, se ensamblaba la bomba de leche, se hacía la unidad final del recibidor. Es decir, todos equipos que son de ordeño convencional y que no son de alta tecnología”, explica José Camoletto.
Las partes que se fabricaban en el sur santafesino las van a hacer en lugares estratégicos donde le sea más conveniente a la empresa, y en muchos casos lo va a reemplazar por proveedores externos, por los cuales hará contratos de fabricación, de exclusividad, de diseño, como tiene en algunas partes del mundo con determinados tipos de productos.
La planta industrial que DeLaval acaba de cerrar, la había adquirido en el año 2001. Era una planta industrial de Bosio, fabricante de estos insumos tamberos, donde se desempeñaban hasta hoy 42 empleados.
De acuerdo a lo que conoció, los empleados de esta planta de DeLaval luego de ser anoticiados del cierre, recibirán la correspondiente indemnización, el aguinaldo, el pago del sueldo correspondiente, e iniciarán un proceso guiado por DeLaval para incorporarse a otra fuente de trabajo.
“Esto que pasa ahora acá en el Trébol es algo que ha sucedido ya en otras partes del mundo, en fábricas de DeLaval. No es nada extraño, es de hecho bastante común. Hace un tiempo atrás DeLaval decidió cerrar la fábrica de tanques que tenía en Brasil. Ahí se fabricaban tanques de pequeña escala, la mayoría eran cubas, y se decidió que esa línea de productos, como el mercado era demasiado competitivo, que no era un mercado que era fácil de acceder al productor, a los productos de DeLaval. Y entonces se concentró todo lo que es la producción de tanques en Polonia y toda esa línea de tanques chicos directamente la dejó de fabricar”, explicó a Bichos de Campo José Camoletto.
Con esta noticia se confirma que el gigante industrial sueco no dejará plantas productivas en nuestro país como parte de esta estrategia global, pero si afirmaron que no corre ningún riesgo el resto de las operaciones normales: “DeLaval tiene asociado acá en Argentina una fábrica de químicos con un partner que es global también, en donde sí se fabrican químicos acá en Argentina. La presencia de DeLaval acá es muy fuerte, va a seguir siendo muy fuerte, y quiere ser cada vez más competitivo”, dijo el representante comercial de la filial sueca en nuestro país.
Más allá del cierre de la planta y las 42 personas que allí se desempeñaban, desde la compañía dejaron en claro que la red comercial y la presencia, no se altera: “La red comercial no varía absolutamente nada. Solo cierra esta planta, el resto se mantiene tal cual lo conocemos, todo tal cual”.
Con información de Bichos de Campo
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