Esta nota por su extensión será publicada en cuatro días consecutivos.
Fuente: wwww.razonyrevolucion.org
Agustina Desalvo
El desflore de maíz es una de las principales actividades que efectúan los obreros rurales santiagueños. Carentes de fuentes de empleo en su provincia de origen, se ven obligados a migrar a otras zonas del país para proveerse un ingreso. El desflorado consiste en quitarle la flor a la planta de maíz, con el objeto de evitar que la misma se contamine. Se realiza antes de la cosecha, entre los meses de octubre y marzo y hasta ahora requiere gran cantidad de mano de obra. El objetivo final es la producción de semillas híbridas, que se destinan, mayoritariamente, a la exportación. La producción de semillas híbridas es una actividad relativamente nueva, que se halla en ascenso desde la década del ‘80 y que ha recibido un nuevo impulso con el auge de los biocombustibles. A comienzos de la década del ‘90 existían unas 30 empresas de mejoramiento genético (criaderos) y unas 500 multiplicadoras de variedades (semilleros), con un predominio en ambos casos de las empresas transnacionales.
1 No sólo el desflore requiere gran cantidad de mano de obra temporaria; también son empleados grandes contingentes en las tareas de selección realizadas en la planta. Allí llegan los camiones, se retira la chala y se realiza una clasificación manual de las espigas. Esta tarea, a diferencia del desflore, está a cargo de mujeres por “contar con una mirada detallista y prolija”.
2 Luego, se hace un secado artificial de las semillas que, una vez secas, son trasladadas a silos de almacenamiento. Desde aquí las semillas son transportadas a torres de clasificación, donde se las separa por tamaño, espesor y forma del grano.
3 Una vez terminado este proceso, se realiza un tratamiento con fungicidas e insecticidas. Finalmente, la producción es embolsada y guardada en cámaras con ciertas condiciones particulares de humedad y temperatura.
El desflore de maíz comienza en octubre en el norte de Santiago del Estero, Catamarca y Salta y se extiende hasta noviembre. Sólo en la zona de Santiago y Catamarca pueden emplearse hasta 3 mil personas.
4 Desde mediados de diciembre y fines de marzo la tarea se traslada a algunas zonas de la provincia de Buenos Aires (Pergamino, Rojas, Junín, Venado Tuerto, San Nicolás), sur de Santa Fe y Córdoba (Villa María principalmente). En la zona núcleo, que incluye el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de Córdoba, llegan a emplearse 5 mil personas, la mayoría migrantes santiagueños.
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