“Yo siempre estoy en ON. No tengo un personaje”, aseguró a la revista Noticias el diputado nacional Alfredo Olmedo. En la semana en que marcara su voto contra la legalización del aborto, el legislador oriundo de Salta se volvió a preguntar: “¿Les vamos a hacer un cementerio para los chiquitos o los van a tirar a la basura?”. En esa línea, pide castración química para violadores y el regreso del Servicio Militar Obligatorio. También reclama disolver el Banco Central y que el dólar suba a 30. “Entré a la política por vocación de servicio. Dejo gran parte de mi tiempo y mis empresas para dedicarme a esto, con orgullo, pero pierdo plata por ser diputado. No saco ningún beneficio: no uso los autos oficiales, no canjeo los pasajes, no hago negocios con la política. Trato de cambiar el rumbo del país”, sostuvo. Vive entre Salta capital, La Rioja y Buenos Aires. Su primer trabajo fue como limpiador de vidrios en una estación de servicio y después su padre le dio la tarea de resumir los diarios. Quiere ser gobernador de su provincia y Presidente de la Nación. Su modelo es Donald Trump. Pertenece al sector empresario: produce aceitunas en sus campos de La Rioja. Su hermano tiene tierras en Santiago del Estero y su padre en Salta. “Cuando me denunciaron por tener trabajadores en condiciones inhumanas fue algo totalmente político; lo llevó adelante el doctor Luis Duhalde, pero no encontraron ningún trabajador en negro, indocumentado, ni menor de edad porque nunca los hubo. La AFIP actuó claramente y está el sobreseimiento. En el campo tenemos albergues para los trabajadores golondrina con aire acondicionado, algunas veces se nos resfrían porque hace mucho calor de día”, concluyó Olmedo.
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