La violencia de género se vive en muchos ámbitos de la vida. Las fuerzas de seguridad no sólo son cuestionadas por la violencia hacia la sociedad, sino también puertas adentro.
Gabriela Macias actualmente ocupa el rango de oficial principal en la Policía de Santa Cruz y hoy teme por su vida debido a sus reiteradas denuncias contra los puestos más altos dentro de su rubro. Todo comenzó a principios del 2016 cuando la efectiva fue a denunciar a su ex pareja a una comisaría. Varios hombres de la institución la hicieron desnudar para “constatar” las pruebas de las agresiones que le habían hecho. Desde entonces comenzó su lucha. Con el paso del tiempo, Macias fue testigo y acompañante de mujeres que sufrieron violencia dentro de la policía provincial, desde los casos más leves hasta violaciones. Sus denuncias públicas la tienen en el ojo de la tormenta y su vida corre riesgo, como la de su familia. “Está en juego mi vida, la de mi familia y yo soy fuerte, pero lo que estoy denunciando es muy oscuro y no sé si voy a poder esta vez con todo”, expresó la oficial en un video que subió en su cuenta de Facebook. “Mi mamá está preocupada a pesar de que estamos tomando muchas medidas de seguridad, pero mi familia me apoya”, le contó Macias a NOVA. Mientras tanto, la gobernadora de la provincia,
Alicia Kirchner, hace oídos sordos y la responsabiliza en caso de que le suceda algo. En un pedido desesperado, Macias le exige a la ministra de Seguridad de la Nación,
Patricia Bullrich, que ponga cartas en el asunto y la reciba para tratar el problema. Existe un protocolo nacional que protege a las policías que sufren violencia dentro de la fuerza, con el cual les corresponde una licencia y se respeta su continuidad en sus puestos de trabajo, pero el mismo no se cumple y hasta se arman sumarios contra las víctimas. Cansada de las amenazas y la persecución del juez de familia de Río Gallegos,
Antonio Andrade, y del jefe de la policía de Santa Cruz,
José Luis Cortés, Macias está armando la Red de Mujeres Policías para darle fin a esta terrible situación.
“Somos muchas, pero tenemos miedo”, alertó.
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